Los parlamentarios regresan a Westminster este lunes y la cuestión de cambiar o no de líder está en la mente de todos. La atención se centra ahora en tanto en Brady como en el propio Johnson. Brady es el parlamentario del distrito electoral de Altrincham – Sale West, que es responsable de monitorear el número de cartas y correos electrónicos que han estado llegando de parlamentarios conservadores que exigen un voto de confianza en el primer ministro. Sólo él conoce el número de parlamentarios que estarían dispuestos a votar a favor de una moción de censura contra Johnson.
Nadie más tiene acceso a las cartas y correos electrónicos. Las reglas establecen que si hay un voto de confianza, Johnson necesita obtener una mayoría de 180 diputados para permanecer como líder conservador y permanecer como primer ministro. Si se produce la moción y la gana, el reglamento establece que no puede haber otro voto de confianza durante al menos un año. Pero Johnson y todos los parlamentarios conservadores saben que no se trata solo de ganar: otros factores también determinan si un líder sobrevive para luchar en otra elección.
La caída de Boris Johnson es ya una cuestión de supervivencia para el Partido Conservador británico. Así lo cree al menos un sector cada vez más ruidoso de los tories que promueve a marchas forzadas una moción de censura para empujarle a retirarse. Los fastos por el Jubileo de Platino de Isabel II han dado una pequeña tregua al primer ministro en entredicho, quien sin embargo no ha podido beneficiarse del espíritu patriótico que ha dominado estos últimos días en el Reino Unido. Los abucheos
que, sin ir más lejos, tuvo que soportar a su llegada a la catedral de San Pablo donde se iba a celebrar el servicio de acción de gracias por la monarca fue muy indicativo de la caída en picado de la popularidad del mandatario, tal como reflejan todas las encuestas.
Las pasadas elecciones municipales ya fueron un voto de castigo alpremier, muy cuestionado por el escándalo delPartygatey por mentir al Parlamento. Y los conservadores temen que si no cambian ya de liderazgo arriesgarán toda posibilidad de revalidar la mayoría en las elecciones generales de 2024. Esta semana es clave para saber si al menos el 15% de los diputadostories-54 de ellos- se ha dirigido o no al presidente del comité 1922 para pedir la moción que podría suponer el fin del mandato de Johnson. Pero, por su parte, él ya ha demostrado que no se lo va a poner fácil a quienes quieren su marcha.
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