MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, prevé la llegada de unos 16,9 millones de turistas internacionales a España este verano, un 45% de los que vinieron en ese mismo período de 2019, pero 2,7 veces más que los que llegaron en el verano de 2020.
Sin embargo, esta previsión no incluye aún el efecto real que tendrá la entrada de Baleares en la categoría verde del semáforo británico, ni cambios que se produzcan de otros destinos españoles en esa tipificación.
Así lo ha manifestado en una comisión del Senado para para informar sobre las medidas adoptadas para paliar los efectos de la crisis en el sector del turismo provocada por la pandemia.
Asimismo, ha destacado el buen comportamiento del mercado alemán, ya que la previsión para este verano es recibir al 77% de los alemanes que visitaron España en 2019, es decir, unos 3,8 millones de turistas alemanes.
MEJORAN LAS CIFRAS ECONÓMICAS DEL SECTOR
Entre los datos económicos más descatados por Valdés durante su intervención están la reducción de los trabajadores del sector turístico en expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) a 265.812 a día de hoy, cuando en el pasado mes de diciembre 377.816 empleados continuaban en ERTE.
Por su parte, la afiliación a la Seguridad Social del sector turístico también muestra signos de paulatina recuperación, según Valdés, ya que en abril supera los dos millones.
Según las programaciones previstas por Aena para las próximas semanas, habrá una mejoría paulatina que llega a representar, en la semana del 12 de julio, el 64% de la actividad programada en la misma semana de 2019.
En el caso de los alojamientos extrahoteleros, se produce un ascenso de 0 a 2,7 millones de pernoctaciones, una cifra insuficiente, que representa una caída del 46% en los cuatro primeros meses del año con respecto del mismo periodo de 2020 provocado con los confinamientos de la tercera ola
DEBILIDADES DEL SECTOR
Durante su comparecencia, el secretario de Estado de Turismo ha señalado que España debe también afrontar las principales debilidades de su modelo turístico y uno de ellos es el alto índice de estacionalidad de la actividad.
El 45% de los viajes de 2019 se produjo entre junio y septiembre. En regiones como Baleares, ese porcentaje se eleva hasta el 63%. Por ello, ha apuntado que la lucha contra la despoblación es el principal objetivo, asegurando el correcto equilibrio territorial de la actividad económica.
Además, también ha afirmado que la actividad turística está especialmente concentrada, ya que 12 ciudades superan el millón de visitas al año, los ocho grandes municipios turísticos del litoral representan tan sólo el 0,92% del territorio y, sin embargo, acogieron 11 millones de turistas, el 13,5% del total.