Ganadería prevé tener mañana la confirmación definitiva para declarar el brote, que provocará restricciones en los movimientos de ganado
SANTANDER, 4 (EUROPA PRESS)
El número de casos sospechosos en Cantabria de enfermedad hemorrágica epizoótica se eleva ya a 13, todos ellos en vacas de carne de once explotaciones ganaderas de diferentes municipios de la comunidad autónoma.
Doce de estos trece casos ya han dado positivo en los análisis realizados en laboratorios de Cantabria –uno está pendiente de ello pero se da casi por seguro– y, tras ello, se han enviado muestras al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid) para tener un segundo resultado que dé la confirmación definitiva.
Si se confirman definitivamente estos casos por parte del Laboratorio Central, Cantabria declarará el brote y adoptará medidas para poder controlarlo, entre ellas restricciones a los movimientos de ganado.
Así lo ha explicado esta tarde el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia (PP), tras reunirse con representantes del sector agrario para abordar esta situación, que también se está dando en otras comunidades.
En la reunión en la Consejería han participado representantes del sector ganadero, como las organizaciones de la Mesa Agraria y otras de productores y profesionales, como el Colegio Oficial Veterinario de Cantabria.
LIMITACIONES A LOS MOVIMIENTOS DE GANADO
En cuanto a las restricciones de movimientos de ganados (esto excluye a las reses que van al matadero), Palencia ha explicado que estas limitaciones son a dos niveles: una a nivel de la UE en el que estas restricciones son alrededor de 150 kilómetros del foco, mientras que a nivel nacional son un poco “más laxas” y se reducen a los 50 kilómetros.
Para realizar estos movimientos se precisará un certificado de desinfección del transporte y de los animales y que éstos no tengan síntomas compatibles con esta enfermedad.
Según ha detallado, la mayoría de casos se han detectado en el municipio de Penagos, con 7. El resto se reparten por Liérganes (2), Piélagos (1), Ribamontán al Monte (1), Castañeda (1) y Medio Cudeyo (1, pendiente de resultado, aunque se da por casi seguro). Con este reparto de municipios, las restricciones de movimiento afectarán prácticamente a toda Cantabria, según ha indicado Palencia.
Al parecer, se cree que esta expansión se debe a las importaciones de reses realizadas por un ganadero.
Y en cuanto a la reunión de hoy, Palencia ha explicado que ha tenido como objeto informar al sector “con la mayor rapidez posible” de lo que tiene que ver con estos casos –número, ubicación…– y de las medidas restrictivas a las que obliga el Protocolo Zoosanitario, como es la citada limitación de los movimientos de ganado.
Se ha explicado en qué consiste esta enfermedad que, según ha subrayado Palencia, no es contagiosa para las personas, no afecta a la calidad de la carne, y además es “tratable” para el animal que la padece con lo que puede sobrevivir.
Además, ha señalado que no es de declaración obligatoria ni causa vaciados sanitario en las explotaciones afectadas. Por ello, se ha pedido a los representantes del sector que conciencien a los ganaderos para que ante la sospecha de tener algún animal con la enfermedad se pongan en contacto con un veterinario porque “cuanto antes se diagnostique y se ponga en tratamiento, hay más posibilidades de que (el animal) siga con vida”.
También se ha informado de las recomendaciones clínicas y de carácter biosanitario y de las medidas higiénico-sanitarias a adoptar tanto en el transporte de los animales como en las propias explotaciones para evitar que se extiendan los contagios.
Palencia ha señalado que “no es una enfermedad para tener una alarma pública ni sanitaria” pero ante la que sí hay que actuar “con rapidez” para evitar que se extienda.
Palencia ha explicado que “es una enfermedad más de las varias emergentes surgiendo en España desde el año pasado”. En este caso, el vector es el mosquito.
PETICIÓN A PLANAS DE UNA REUNIÓN DE CONSEJEROS
El consejero ha explicado que también hay animales silvestres que actúan como “reservorio” de la enfermedad, como los rumiantes silvestres (ciervos, corzos, gamos…) por lo que ha incidido en que trabajar en la población de la fauna silvestre es “un asunto de salud pública”.
Y de hecho así se lo ha trasladado al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, al que esta misma mañana ha escrito para solicitarle una reunión extraordinaria de la junta permanente de Consejeros para poner en marcha un plan de prevención de bioseguridad en España.
A su juicio es necesario contar con un plan nacional de control de la población de la fauna silvestre que hace de reservorio de este tipo de enfermedades y más en un momento en el que hay enfermedades emergentes, como es la enfermedad hemorrágica epizóotica; la fiebre del nilo o la de la lengua azul.
“Los mosquitos no entienden de fronteras, no entienden de periodos políticos ni de colores políticos y es necesario que todas las comunidades nos pongamos a trabajar de manera conjunta en ello”, ha dicho.
Y es que, a su juicio, este es un caso muy claro de que la salud de las personas no se puede disociar de la salud de los animales y del medio ambiente. Hay una única salud. Estamos todos interrelacionados y actuamos como un todo”, ha señalado.