MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La agencia Scope Ratings ha confirmado este viernes las calificaciones de emisor a largo plazo y de deuda sénior no garantizada en moneda local y extranjera de Estados Unidos en ‘AA’, pero le ha asignado una perspectiva negativa, concluyendo así una revisión de los ‘ratings’ iniciada el pasado mayo.
La agencia apunta al riesgo recurrente del techo de la deuda, al aumento de la polarización política y a los elevados déficits federales como catalizadores del pronóstico negativo asignado.
“La repetición de episodios tan graves”, explica Scope en referencia a la reciente crisis del techo de deuda, “plantea graves riesgos a largo plazo en condiciones de mayor polarización política y social, recurrentes tensiones políticas y déficits presupuestarios comparativamente amplios”.
Scope recuerda que la perspectiva negativa subraya que los riesgos para la calificación soberana estarán sesgados a la baja durante los próximos 12-18 meses. De hecho, el ‘rating’ podría rebajarse si aumentasen los riesgos derivados del límite de deuda, se debilitasen la capacidad de gobernanza del Estado o la integridad de las cuentas públicas, o si se viera comprometido el papel “preeminente” del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial.
No obstante, la alta calificación crediticia de Estados Unidos refleja sus “extraordinarias fortalezas”, como una economía “rica, competitiva y diversificada”, además de por ser la mayor economía en términos nominales y la segunda en paridad de poder adquisitivo.
Además, el país se beneficia por el momento del papel del dólar como principal divisa en las reserva internacional, lo que aporta “una fortaleza inigualable con respecto a la flexibilidad de financiación del Tesoro” y reduce considerablemente el riesgo de sostenibilidad de la deuda a largo plazo derivado de una deuda pública comparativamente más elevada que la de muchos países con la misma calificación.
Por otro lado, Scope asegura que Estados Unidos se beneficia de “instituciones económicas sólidas, transparentes y responsables”, como la Reserva Federal (Fed), y por contar con uno de los mercados de capitales más “profundos” del mundo.