MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Santander y Mapfre han empezado a comercializar su hipoteca inversa en Cataluña, que lleva operativa desde noviembre en Madrid y que llegó recientemente a la Comunidad Valenciana, Murcia y Albacete.
Este producto está enfocado en mayores de 65 años, aunque con especial incidencia en clientes que tengan en torno a 75 u 80 años. Esto se debe a que las rentas se conceden según la esperanza de vida, por lo que cuanto menos edad, se recibe una renta menor.
A través de la hipoteca inversa, los clientes reciben un préstamo, estimado a esperanza de vida, que se va ingresando de forma fija en forma de abonos mensuales. El contratante no devuelve nada en vida y, tras el fallecimiento, son los herederos los que tendrán que devolver el préstamo consumido y sus intereses.
La opción de recibir la renta tiene dos modalidades: con y sin renta vitalicia. En el primer caso, el abono mensual de las cuotas se garantiza hasta el fallecimiento gracias a que, junto con la hipoteca, se contrata un producto de renta vitalicia de Mapfre Vida.
En la segunda modalidad, sin renta vitalicia, el cliente solo obtiene los ingresos de la hipoteca inversa hasta su esperanza de vida. Es decir, si el cliente acaba viviendo más de la esperanza de vida calculada, dejará de recibir abonos mensuales. Esto reduce la deuda sobre el inmueble, pero tiene el riesgo de entrañar problemas de liquidez para el cliente si excede la edad.
La hipoteca se constituye con un tipo de interés fijo del 5,99%. No tiene comisión de apertura y los costes serán de menos de 600 euros. Estos costes se reparten entre la tasación de la vivienda y la necesidad de contar con un asesoramiento independiente.
Según los cálculos realizados por Santander y Mapfre, un cliente de 80 años con una vivienda en propiedad de 450.000 euros y con una esperanza de vida de 94 años recibiría una renta mensual de 980 euros. Contando los intereses, a fallecimiento justo al terminar la esperanza de vida, la deuda generada sería del 50% del valor sin renta vitalicia y un 70% en el caso de haberla contraído.
Mapfre y Santander inician el proceso de comercialización en sus oficinas informando a los clientes interesados y comprobando si cumplen los requisitos. En caso de que así sea, tendrán que contar con el asesoramiento de un profesional independiente no vinculado con el banco ni la aseguradora, tal como exige la ley.
Sin el asesoramiento independiente no se podrá llevar a cabo la venta. En ese proceso de asesoramiento tendrán que estar presentes los herederos directos. Las entidades han decidido que los herederos tengan que comparecer en este asesoramiento para poder formalizar la operación.