Señala la inflación como el “principal reto” del país pero asegura que pondrá “la economía y el Estado al servicio de la mayoría social”
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este martes ante el Pleno del Congreso que se va “a dejar la piel” contra la inflación y que huirá de “soluciones injustas”, recordando la gestión de la anterior crisis económica, y ha exigido a las grandes empresas que “hagan gala” de sus compromisos de responsabilidad con la sociedad.
Durante su intervención al inicio del Debate sobre el estado de la nación en el Congreso, Sánchez ha asegurado que el Gobierno piensa “poner la economía y el Estado al servicio de la mayoría social” y que estará “de lado de quienes más necesiten los poderes públicos”.
“Vamos a ir a por todas, porque no hay nada más poderoso que el esfuerzo colectivo de una nación. Que nadie olvide esta premisa”, ha subrayado Sánchez, asumiendo esta vía “aunque al hacerlo, evidentemente incomode a los más poderosos”.
IMPUESTOS A ELÉCTRICAS Y BANCA, Y CERCANÍAS GRATUITOS
En su intervención, Sánchez ha avanzado que el plan de respuesta económica aprobado por el Gobierno para afrontar la inflación se complementará con sendos nuevos impuestos temporales sobre los beneficios extraordinarios de las grandes energéticas y la banca, con los que recaudar unos 7.000 millones en los próximos dos años.
“Se habla de beneficios caídos del cielo, que en realidad no son tales. Salen del bolsillo de los consumidores que pagan los recibos”, ha dicho, apostillando que el Gobierno “no va a permitir que el sufrimiento de muchos sea beneficio de pocos”.
Además, Sánchez ha anunciado una bonificación del 100% en los abonos de Renfe de Cercanías, Rodalíes y Media Distancia desde el 1 de septiembre al 31 de diciembre, una beca adicional de 100 euros al mes a todo estudiante mayor de 16 años que ya contara con una beca, y el desbloqueo de la ‘Operación Campamento’ de Madrid para la construcción de 12.000 viviendas en Madrid, de las cuales el 60% serán públicas.
Para combatir la crisis, ha asegurado que deberán adoptarse nuevas medidas contra la actual crisis de precios, con el fomento del teletrabajo y el transporte público, y también el ahorro energético tanto en el sector público como en los hogares y empresas, bajando la temperatura de la calefacción y subiéndola en el caso del aire acondicionado. “Podemos hacerlo y lo vamos a hacer”, ha dicho.
“ES MOMENTO DE PROBAR EL COMPROMISO DE LAS GRANDES EMPRESAS”
El presidente del Gobierno ha defendido la respuesta dada por el Gobierno en los últimos dos años, movilizando 30.000 millones de euros, 2,3 puntos de PIB, para afrontar la escalada de los precios, y ha destacado cómo el aumento de recaudación este año, unos 15.500 millones de euros hasta este mes de mayo, ha ido dirigido a las medidas aprobadas en los decretos anticrisis, con un coste similar a estos ingresos extra.
“Pedimos a las grandes empresas que hagan lo mismo, que cualquier beneficio suplementario revierta en los trabajadores y consumidores, y que cualquier beneficio indirecto no engrose sus cuentas de beneficio ni los sueldos de sus altos directivos”, ha afirmado.
En este sentido, el presidente ha dicho que “es momento de probar el compromiso de las grandes empresas” y les ha pedido que “hagan gala” de sus compromisos sociales. Además, ha vuelto a recordar su petición a sindicatos y patronal para que alcancen un pacto de rentas, subrayando en todo caso su “compromiso” de subir pensiones con el IPC y “seguir subiendo” el salario mínimo interprofesional (SMI).
“El gran reto que tiene España se llama inflación. Es una enfermedad grave de la economía”, ha dicho el presidente del Gobierno, asegurando ser “plenamente consciente de las dificultades cotidianas de la mayoría de gente”. “Sé que el salario cada vez da para menos, que cuesta llegar a fin de mes, que la cesta de la compra cada vez es más cara. Me hago cargo”, ha dicho.
ASEGURA QUE NO APLICARÁ “SOLUCIONES INJUSTAS”
En todo caso, ha explicado que “no es un mal endémico” ni “exclusivo” de la economía española, aun afectando especialmente a esta por ser “especialmente sensible” a la subida de precios de la energía –“Gastamos mayor proporción de renta”– y ha justificado que “decir que la inflación es un fenómeno internacional no es echar balones fuera”.
“El Gobierno está dispuesto a asumir toda la responsabilidad y a aplicar las mejores soluciones, pero no está dispuesto a aplicar soluciones falsas, engañosas y, menos aún, soluciones injustas”, ha avisado, antes de recordar cómo “la codicia y cegera por la ortodoxia económica” provocó “precariedad y desesperanza” durante la gestión de la anterior crisis.
“No es sólo una cuestión de justicia social. Es que una política de base en la equidad, la igualdad y la justicia social es la política económica más eficaz”, ha defendido Sánchez, señalando que la salida a la crisis provocada por la pandemia ha propiciado una “salida más rápida y más justa” que con las recetas de austeridad.
En este sentido, ha lamentado que esta “ceguera” vuelva a “asomar en los cenáculos conservadores, que exigen sacrificios para todos menos para la minoría que ellos representan”, y ha pedido huir de “diagnósticos de curandero” que achacan al Gobierno de la escalada de precios cuando “no hay una sola institución nacional o internacional que avale” esta teoría.