MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El Banco de Rusia ha decidido recortar en 150 puntos básicos el tipo de interés de referencia, que se situará así en el 8%, su nivel más bajo desde diciembre de 2021 y por debajo del 9,50% al comienzo de la invasión de Ucrania a finales del pasado mes de febrero, después de detectar una sustancial disminución de las expectativas de inflación y un deterioro de la actividad de menor intensidad de lo previsto.
El recorte de tipos anunciado, el quinto consecutivo desde abril, ha superado ampliamente las expectativas del consenso del mercado, mientras que la institución dirigida por Elvira Nabiullina ha señalado que en las reuniones del banco central de la segunda mitad del año evaluará la necesidad de una reducción adicional de los tipos de referencia.
“Las tasas actuales de crecimiento del IPC siguen siendo bajas, lo que contribuye a una mayor desaceleración de la inflación anual (…) Las expectativas de inflación de hogares y empresas han disminuido significativamente y la disminución de la actividad empresarial es más lenta de lo que esperaba”, ha destacado el banco, advirtiendo de las dificultades que presenta el entorno externo de la economía rusa, lo que continúa restringiendo significativamente la actividad económica.
El Banco de Rusia se vio forzado el pasado 28 de febrero a subir los tipos de interés desde el 9,50% al 20% para responder con urgencia al impacto sobre la inflación y la estabilidad financiera del país de las sanciones internacionales impuestas por Occidente tras la invasión de Ucrania.
En su análisis, el banco central ruso apunta que las expectativas de inflación de los hogares y las expectativas de precios de las empresas disminuyeron significativamente en julio, situándose en niveles de la primavera de 2021, lo que refleja en gran medida el fortalecimiento del rublo y la desaceleración general de la inflación, mientras que las expectativas de inflación a medio plazo de los analistas profesionales se acercan al 4%.
En su escenario de referencia, el Banco de Rusia espera ahora que la inflación anual oscile entre el 12% y el 15% para finales de 2022 y, dada la orientación de la política monetaria, confía que la tasa descenderá hasta un rango de entre el 5% y 7% en 2023 para moderarse al 4% en 2024, en línea con el objetivo del banco central.
Por otro lado, la institución destaca que la ralentización de la actividad empresarial está siendo menor de lo esperado y se observa una mejora gradual del sentimiento comercial a medida que se diversifican los proveedores y mercados de venta, mientras que la actividad del consumidor sigue siendo moderada, pero empieza a mostrar signos de recuperación en medio de un aumento gradual de las importaciones de bienes de consumo.
Asimismo, la situación en el mercado laboral ruso se mantiene estable y, aunque el número de vacantes ha disminuido, la tasa de desempleo está cerca de mínimos históricos.
De este modo, según su escenario de referencia, el Banco de Rusia prevé una contracción del PIB en 2022 de entre el 4% y el 6%, mientras que la caída de la economía en 2023 se limitaría a un rango de entre el 4% y el 1% para a volver a crecer en 2024, con una expansión estimada de entre el 1,5% y el 2,5%.