La empresa de logística y reparto británica Royal Mail cerró su año fiscal, finalizado en marzo, con un beneficio neto de 620 millones de libras (718 millones de euros), lo que equivale a multiplicar casi por cuatro las ganancias que había obtenido durante el ejercicio anterior, según ha informado este jueves la empresa.
Los ingresos se elevaron un 16,6%, hasta 12.638 millones de libras (14.639 millones de euros). Los ingresos procedentes de Royal Mail, cuyas operaciones se limitan a Reino Unido, fueron de 8.649 millones de libras (10.018 millones de euros), un 12% más, mientras que los procedentes de GLS, que opera en el extranjero, se elevaron un 27,8%, hasta 4.040 millones de libras (4.679 millones de euros).
Los costes de personal en el conjunto del año fueron de 6.554 millones de libras (7.592 millones de euros), un 8,1% más, al tiempo que los gastos de distribución se situaron en 3.483 millones (4.035 millones de euros), un 25% más. El gasto de mantener la infraestructura experimentó un incremento del 8,4%, hasta 1.074 millones (1.244 millones de euros).
De cara al presente año fiscal, el presidente de la empresa, Keith Wiliams, ha alertado de que siguen existiendo incertidumbres que podrían “influir significativamente” en los volúmenes y en los costes.