MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha reconocido en el Congreso que 2022 ha sido “el peor año hidráulico en décadas”, que ello ha afectado a la capacidad de generación de electricidad a través de energía hidroeléctrica, pero que esto responde a la falta de lluvia y no a la gestión de las cuencas hidrográficas.
“Los embalses están vacíos porque no llueve, es algo relativamente fácil de entender”, ha explicado durante una interpelación urgente en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja en la que Vox le ha responsabilizado de limitar la producción hidroeléctrica por autorizar todos los vaciamientos de pantanos.
Ribera explicaba así los elevados precios de la electricidad, pese al mecanismo ibérico, en relación a otros países más dependientes del gas, como Alemania. Sin embargo, el diputado José María Figaredo ha reprochado que esto respondía a que en ese país “funcionan a golpe de ciencia y de números” y en el Gobierno lo hacen “a golpe de ideología” y “dogmas”.
Figaredo ha afeado a la vicepresidenta el fin del carbón, así como la posibilidad de explorar yacimientos gasísticos o la explotación por ‘fracking’, señalando que las energías renovables también generan dependencia por los materiales que exige y “pegas ecológicas”. “Renovables sí, pero con justa medida y paciencia”, ha dicho.
“¿En qué mundo y en qué año se ha quedado usted anclado?”, ha replicado la vicepresidenta, reprochando a Vox que quiera “regalar miseria” con la reapertura de unas minas que tuvieron que ser nacionalizadas para evitar suspensión de pagos en los años 70, ha dicho, y que sufrieron “décadas de abandono”.
Por ello, ha defendido que el futuro no es reabrir minas, sino ofrecer alternativas industriales en sus cuencas e intensificar la transición hacia un ‘mix’ 100% renovable, reduciendo el consumo de combustibles fósiles y preparándose para escenarios de escasez de recursos.
DEFIENDE EL “GIRO COPERNICANO” DE LA POLÍTICA ENERGÉTICA
Por otra parte, Ribera ha defendido que España “ha dado un giro copernicano a lo vivido con anterioridad” en materia energética. En un respuesta a una interpelación al diputado Albert Botran, de la CUP, Ribera ha advertido de la necesidad de “una transformación muy profunda” en el modo de consumir, “teniendo claro que hay límites al crecimiento”.
Así, ha subrayado que se está “al borde temporal de reaccionar con solvencia” para asegurar oportunidades de “presente y futuro”, tras una invasión de Ucrania por Rusia que ha acelerado todo.
“Tenemos la oportunidad de repensar un modelo poco y mal distribuido, basado en pocas infraestructuras y pocos actores a la hora de tomar las decisiones”, ha dicho.
A este respecto, ha destacado la oportunidad que representa el despliegue del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima como ‘hoja de ruta’ para esta década, así como el impulso de las renovables, la eficiencia energética, el almacenamiento o el autoconsumo, en la búsqueda de “una transformación profunda”, dando además “certidumbre a los inversores y pendiente del impacto ambiental”.
Asimismo, ha destacado la obligación de “tener claro” que las personas “siempre” deben estar “en el centro de la decisión”, ya que “son los destinatarios y beneficiarios de las políticas”.