Reino Unido examinará la gobernanza del LME por los desórdenes en la negociación del níquel

MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) y el Banco de Inglaterra (BoE) llevarán a cabo un examen del enfoque y proceder del London Metal Exchange (LME) durante el reciente episodio de desórdenes en la negociación del níquel en el mercado de futuros que llevó a la suspensión del mismo y a su accidentada reapertura una semana después.

De este modo, después de un periodo de estabilidad, la FCA tiene la intención de revisar el enfoque de LME para administrar la suspensión y reanudación del mercado de níquel para determinar qué lecciones se pueden aprender en relación con los acuerdos de supervisión del mercado y la gobernanza del gestor.

De manera similar, la Autoridad de Regulación Prudencial (PRA) del Banco de Inglaterra llevará a cabo una revisión de la operativa de LME Clear durante el período para determinar si se pueden extraer lecciones en relación con su gobernanza y gestión de riesgos.

De este modo, la FCA y el Banco de Inglaterra tendrán en consideración estos informes para determinar si se deben tomar medidas adicionales y anunciarán los próximos pasos a su debido tiempo.

“Los eventos en torno a la suspensión y reanudación de la negociación han subrayado las cuestiones planteadas en un documento de debate reciente de la LME sobre la estructura del mercado, en particular el papel de la transparencia en la LME y los mercados relacionados”, señala el regulador del mercado financiero británico.

“La FCA espera que LME considere cuidadosamente cómo los eventos recientes deberían dar forma a su enfoque futuro sobre la estructura del mercado”, añade.

En este sentido, el regulador apunta que LME ha acordado nombrar directores independientes adicionales para fortalecer su gobernanza y revisará la mejor manera de lograrlo en el contexto de las capacidades y la composición de su directorio.

El pasado 11 de marzo, el mercado londinense de futuros de materias primas LME suspendió la negociación del níquel como consecuencia de la subida sin precedentes de los precios a raíz de la guerra en Rusia y Ucrania.

Una semana después, el mercado reanudó la contratación, aunque no sin dificultades, que obligaron a interrumpir en varias ocasiones la sesión por problemas técnicos.