MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
La Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés) ha concluido provisionalmente que la adquisición de Activision Blizzard por Microsoft, pactada hace un año en unos 69.000 millones de dólares (64.364 millones de euros), podría perjudicar a la competencia al generar precios más altos, así como menos opciones o menos innovación para los jugadores en el país.
La CMA decidió en septiembre de 2022 abrir una investigación en profundidad liderada por un panel independiente de expertos sobre la transacción, que también está siendo sometida al escrutinio de los reguladores de Estados Unidos y la Unión Europea, al considerar que conllevaba riesgos para la competencia en el mercado británico.
En las conclusiones provisionales de esta investigación, que ha presentado este miércoles, la CMA advierte de que el acuerdo suscita preocupaciones sobre los juegos en la nube y de consola, apuntando que Microsoft podría reforzar su posición en el segmento de juegos en la nube, “sofocando la competencia en este mercado en crecimiento” y perjudicando a los jugadores británicos que no pueden pagar consolas más caras.
“La evidencia disponible indica que a Microsoft le resultaría comercialmente beneficioso hacer que los juegos de Activision fueran exclusivos de su propio servicio de juegos en la nube (o solo disponibles en otros servicios en condiciones materialmente peores)”, recoge el regulador, recordando que Microsoft ya representa aproximadamente el 60-70% de los servicios globales de juegos en la nube.
Asimismo, el regulador de competencia del Reino Unido señala que el acuerdo para la adquisición de Activision Blizzard por Microsoft también podría dañar a los jugadores del Reino Unido al debilitar la importante rivalidad entre las consolas de juegos Xbox y PlayStation.
En este sentido, la CMA advierte de que una pequeña cantidad de juegos clave, incluido Call of Duty (CoD), el juego insignia de Activision, juegan un papel importante en la competencia entre consolas.
“Esta estrategia, de comprar estudios de juegos y hacer que su contenido sea exclusivo para las plataformas de Microsoft, ha sido utilizada por Microsoft luego de varias adquisiciones anteriores de estudios de juegos”, recuerda el regulador.
“Nuestro trabajo es asegurarnos de que los jugadores del Reino Unido no se vean atrapados en el fuego cruzado de acuerdos globales que, con el tiempo, podrían dañar la competencia y generar precios más altos, menos opciones o menos innovación”, ha subrayado Martin Coleman, presidente del panel independiente de expertos encargado de la investigación en profundidad. “Hemos encontrado provisionalmente que este puede ser el caso aquí”, ha añadido.
En este sentido, Coleman ha indicado que se ha enviado a las empresas una explicación sobre cómo podrían resolverse estas preocupaciones y solicitando sus opiniones y cualquier propuesta alternativa que deseen presentar.
De este modo, la CMA tiene previsto considerar las posibles opciones y remedios planteados antes de emitir su informe final, que vence el 26 de abril de 2023.