MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Las exigencias del PP y Vox para bajar los impuestos no han encontrado este miércoles los apoyos suficientes en el Pleno del Congreso, tras ser rechazadas por el PSOE, Unidas Podemos, Esquerra Republicana, el PNV y EH-Bildu.
De esta forma, las formaciones del Gobierno y sus socios han adelantado su rechazo a las propuestas recogidas por PP y Vox en sendas mociones, consecuencias de las interpelaciones dirigidas a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la anterior sesión de control, y que se votarán este jueves en la Cámara Baja.
El diputado del PP Valentín Píriz ha acusado al Gobierno de someter al contribuyente a “un ensañamiento fiscal sin precedentes”, por pretender cerrar una brecha fiscal respecto a la media europea que, según sus cálculos, supondría 80.000 millones de euros. “Supone un auténtico sablazo”, ha insistido, acusando al Ejecutivo de pretender “seguir expoliando a familias y empresas con impuestos confiscatorios”.
“Cuando gestionen bien podrán pedir a los españoles que paguen más dinero. Hasta entonces, silencio”, ha aseverado José María Figaredo, de Vox, en la defensa de su moción. Su compañera Inés Cañizares había afeado al PP su propuesta aumentar los recursos a las comunidades autonómicas en una moción “descafeinada y poco valiente”.
“ROBO”, “EXPOLIO”, “ASPIRADORA SOCIALISTA”
UPN y Foro Asturias sí han avanzado su apoyo a las mociones para poner fin al “robo” del que ha hablado el navarro Sergio Sayas y al “atropello”, la “aspiradora socialista”, el “expolio” y el “malgasto” del que ha acusado al Gobierno el diputado de Foro, Isidro Martínez Oblanca.
Ana Oramas, de Coalición Canaria, ha avanzado el respaldo a la propuesta del PP, asegurando que el Gobierno no contempla la condición ultraperiférica de Canarias en sus planes fiscales y que el propio parlamento y ejecutivo regional se opone a los mismos.
Asimismo, Mari Carmen Martínez Granados, de Cs, ha recordado que los vigentes Presupuestos recogieron las primeras subidas, en este caso al IRPF, Patrimonio, Sucesiones, el juego o a los seguros, y se ha preguntado por qué España es el “único” país que va “en sentido contrario” al del resto de socios europeos a la hora de rebajar la presión fiscal.
PRÓXIMO DEBATE, EL MERCANTILISMO O VUELTA AL TRUEQUE
Por contra, Valentín García Gómez, del PSOE, ha recordado cómo España arrastra una menor recaudación de impuestos que la media europea, y que la propuesta de PP y Vox es bajar impuestos, “pero solo a las rentas más altas” y así “configurar un Estado mínimo”, con peor Sanidad y Educación, y que sea el mercado el que provea servicios sanitarios o las propias pensiones.
Por su parte, Txema Guijarro (Unidas Podemos) ha ironizado cómo el PP “se pone un poco esotérico” para “dialogar con la ultratumba” y buscar argumentos “de ninfas y cuentos”, sin “apenas referencias a la literatura económica” sobre aumentar los ingresos bajando impuestos o recuperar el concepto de esfuerzo fiscal. “La banda sonora del mundo está cambiando y ustedes siguen bailando la polka”, ha dicho, invitando a defender en próximas mociones el mercantilismo o la vuelta al trueque.
“EXPLIQUEN CÓMO PAGAMOS LA SANIDAD O LA EDUCACIÓN”
“Nosotros queremos subir los impuestos, no nos duelen prendas: A los ricos, a la banca y al Ibex-35”, ha espetado Oskar Matute, de Bildu, apostando por que “sea real y efectivo el reparto de la riqueza” y dirigirse a quienes “la tienen acumulada desde hace décadas, si no siglos”. “Deberían explicar cómo pagamos la Sanidad o la Educación, no hay libertad sin igualdad”, ha dicho.
Para el PNV, ambas mociones pecan de “populistas”. “A nadie nos gusta pagar más, pero esconden que pagando menos no se pueden pagar servicios públicos buenos o excelentes”, ha dicho Idoia Sagastizabal, que ve “una irresponsabilidad” que se traslade como “bueno o malo” subir o bajar impuestos. Respecto al recorte del llamado “gasto político” que exige Vox, ha dicho que eso por sí mismo tampoco sirve para sostener el Estado de Bienestar de calidad.
Finalmente, el PDeCAT y ERC se han enredado a cuenta de la armonización fiscal, que rechaza el PP frente a la exigencia de los segundos de establecer unos mínimos comunes a impuestos transferidos, como Patrimonio o Sucesiones, y hacer frente a las bonificaciones completas, exenciones totales, existentes en Madrid.
‘PIQUE’ DE ERC Y PDeCAT A CUENTAS DE LA ARMONIZACIÓN
Ferran Bel, del PDeCAT, ha expresado su sorpresa por esta postura –“Se está marcando un gol por la escuadra”– y ha dicho que “la solución no es la armonización”, defendiendo que, si no se puede lograr la independencia, defienda posturas federalistas o autonomistas y, con ellas, “que cada uno pueda gestionar la autonomía como quiera”.
“Es de derechas, defiende los mismos privilegios de los ricos que el PP, pero en Cataluña”, ha replicado por ERC Joan Margall, que ha afeado cómo PP y Vox buscan “que los ricos dejen de pagar impuestos” para justificar después “las mismas políticas austerizidas para salir de la crisis”. Todo ello, ha recordado, cuando Estados Unidos propone subir los impuestos a las empresas, la UE buscar nuevos ingresos, y el FMI una subida temporal a rentas altas y grandes patrimonios.
LAS PROPUESTAS DE PP Y VOX
Inicialmente, el PP había reclamado contemplar en la futura reforma fiscal la eliminación de los impuestos sobre Patrimonio y Sucesiones y Donaciones y paralizar las nuevas tasas Tobin y Google, si bien modificó su propuesta para plantear el rechazo a la extensión de los peajes y el fin de la tributación conjunta.
También llama a “respetar y garantizar la autonomía de las comunidades autónomas” para que “puedan establecer libremente su política fiscal y tributaria” y también “resolver con la mayor urgencia posible las insuficiencias del actual sistema” de financiación autonómica.
En el caso de Vox, llama al Gobierno a “reducir de manera inmediata la presión fiscal en España, acercando el esfuerzo fiscal de los españoles al de otros países de la OCDE”, y también pide promover el incremento de la eficiencia y la eficacia del sistema tributario y presupuestario que, lamenta, “actualmente dilapida y malgasta gran parte de la recaudación en cuestiones que no refuerzan el Estado de Bienestar” y por ello propone “una reducción inmediata del gasto político”.