MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) ha expresado su “total rechazo” este viernes a la última batería de enmiendas del nuevo Reglamento Europeo contra la Morosidad en las relaciones comerciales, señalando que “quieren eliminar la obligación de información de las grandes empresas sobre sus prácticas de pago”, lo que favorecerá que pagarán cuando quieran.
Las enmiendas, que serán votadas el próximo miércoles 20 de marzo por la Comisión IMCO del Parlamento Europeo, “beneficiarán a las grandes empresas” y les permitirán “pagar como les dé la gana”, según ha alertado PMcM.
El presidente de la PMcM, Antoni Cañete, ha denunciado el “poder de las grandes empresas por encima de la Unión Europea” y ha indicado que esta medida supone un “total despropósito”.
Asimismo, Antoni Cañete ha comparado la medida europea con la de los Estados Unidos, señalando que el país norteamericano “está haciendo todo lo contrario”, al percibir que era necesario que hubiera más información sobre los plazos de pago de las grandes compañías.
Con todo, la PMcM se opone a la enmienda que permite a los productos de “baja rotación” que los plazos de pago puedan ampliarse hasta los 120 días naturales a partir de la fecha de recepción de la factura.
Además, la plataforma denuncia otras enmiendas que son “peores que la propuesta inicial”, pero las acepta al considerarlas “razonables”, por ejemplo, el plazo de pago general de 30 días se puede ampliar a 60.
LAS PYMES QUEDARÁN “DESAMPARADAS”
Antoni Cañete trasladó el pasado jueves a SMEUnited, la patronal europea de las pymes, que en caso de aprobarse estas “desafortunadas enmiendas”, las pymes quedarán “desamparadas en una situación extra vulnerable”, y ha reiterado la necesidad de que las pymes europeas tengan una postura unánime para evitar que las grandes empresas “terminen ganando”.
Con todo, PMcM solicita que Europa sea “quien marque los plazos de pago” de los productos de baja rotación y defina cuáles son y no se clasifiquen por sectores”.
En este sentido, la plataforma ha señalado que sus propuestas son “razonables” y distan de lo que persiguen las grandes corporaciones, que incluso “han llegado a ejercer unas terribles presiones sobre la Comisión provocando a finales de febrero el retraso de la votación de las enmiendas”.