VALLADOLID, 4 (EUROPA PRESS)
Bodegas Emilio Moro, ubicada en la localidad vallisoletana de Pesquera, en plena Ribera del Duero, ha elaborado y producido ‘Elalba’, el primer rosado de esta centenaria bodega familiar que “tiene una personalidad única”, ya que combina las variedades de uvas tempranillo y albillo mayor.
El presidente de la compañía y miembro de la tercera generación de esta familia de viticultores y bodegueros, Javier Moro, ha explicado que en Emilio Moro creen “en las nuevas oportunidades” y ‘Elalba’ es “eso, una oportunidad que permite trascender las fronteras”, a lo que ha añadido que “es más que un vino” es “el nuevo comienzo” que estaban esperando “y que, por fin, ha llegado”.
‘Elalba’ se elabora en la bodega de Pesquera de Duero con dos variedades que están permitidas por el Consejo Regulador de la Ribera del Duero, por lo tanto es un vino también con denominación de origen cuya producción “es muy limitada”, ya que solo se harán 4.800 botellas.
Este lanzamiento significa “mucho” para esta bodega familiar que a lo largo de toda su historia siempre ha trabajado “en la búsqueda continua de la excelencia apoyándose en la innovación para obtener la mejor expresión de su terroir”.
La previsión de ventas de ‘Elalba’ “es muy positiva” gracias al posicionamiento que tiene Bodegas Emilio Moro en el mercado y por tener una producción limitada, que se comercializará en España y los principales mercados de exportación, por lo que la previsión es que “tenga muy buena acogida”.
El director técnico de la bodega, Álvaro Maestro, ha aseverado que el lanzamiento de esta nueva referencia se ha pensado “como un vino exclusivo con una elaboración muy cuidada y que da resultado a un vino con gran potencial” ya que cuando se lanza un nuevo producto al mercado “tiene que tener los estándares de calidad más altos”.
Como ha explicado la bodega, se trata de un vino de aroma “imponente”, basado en la combinación de fruta roja -fresa, cereza y fruta de hueso- y de color rosa salmón muy pálido. ‘ElAlba’ se ha convertido “en la mejor combinación entre lo sutil y lo intenso, con notas florales y minerales que aportan armonía y complejidad sin perder la frescura es un vino ligero y equilibrado, con buena longitud y una acidez integrada y refrescante”.