Anticipa una contracción del PIB ruso del 7% en 2022 y aún mayor en 2023
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
La agencia de calificación crediticia Moody’s ha rebajado nuevamente la nota de solvencia como emisor a largo plazo de Rusia, que pasa a situarse desde ‘B3’ a ‘Ca’, solo un peldaño por encima de la calificación correspondiente al impago de la deuda, con una perspectiva negativa.
La calificadora de riesgos ha explicado que la rebaja fue provocada por la expectativa de Moody’s de que los controles de capital introducidos por el Banco Central de Rusia restringirán los pagos transfronterizos, incluido el servicio de la deuda de los bonos del Gobierno.
Asimismo, Moody’s ha apuntado que el alto grado de coordinación entre los países occidentales para imponer sanciones a Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania ha afectado materialmente la capacidad de Rusia para garantizar el pago oportuno de sus obligaciones de deuda soberana.
En este sentido, considera que las restricciones al acceso de algunos bancos rusos al sistema SWIFT, junto con las sanciones directas a grandes bancos estatales y al banco central, impedirán que estas instituciones participen en el sistema financiero global y les dificultarán excepcionalmente participar en transacciones internacionales, mientras que, dados los riesgos, las instituciones no rusas serán muy reacias a tratar con entidades sancionadas y también no sancionadas dentro de Rusia.
“La rebaja a ‘Ca’ está impulsada por graves preocupaciones sobre la voluntad y la capacidad de Rusia para pagar sus obligaciones de deuda”, ha indicado la agencia, para la que el riesgo de que ocurra un incumplimiento “ha aumentado significativamente”.
En este sentido, Moody’s considera que la recuperación probable de un potencial impago para los inversores estará en línea con el promedio histórico, acorde con una calificación de ‘Ca’, en el que las expectativas de recuperación oscilan entre el 35% y 65%.
Asimismo, la agencia ha indicado que la perspectiva negativa asignada al rating soberano de Rusia refleja los graves riesgos para la estabilidad macroeconómica del país a raíz de la imposición de sanciones severas y coordinadas y las ramificaciones financieras de los controles de capital del banco central, así como de los retrasos en los pagos de la deuda soberana.
“Las sanciones y las medidas de represalia ya han causado un impacto significativo en la confianza, lo que probablemente resultará en una interrupción prolongada de la economía y el sector financiero”, ha advertido la calificadora, que espera que la economía de Rusia se contraiga un 7% en términos reales en 2022 y disminuya aún más en 2023, señalando que una depreciación sostenida del rublo tendrá graves consecuencias económicas en forma de una mayor inflación y un nivel de vida más bajo.
Si bien las entradas de divisas provenientes de la exportación de petróleo y gas rusos pueden amortiguar el impacto de estas severas sanciones, esto no excluye, en opinión de Moody’s, la alta probabilidad de una perturbación económica sostenida y una mayor susceptibilidad a los shocks. Además, de que esta “fuente vital de ingresos” para Rusia también podría acabar siendo objeto de sanciones por parte de los países occidentales.