La firma señala los beneficios para las firmas del crecimiento de escala y las potenciales sinergias
La agencia de calificación crediticia Moody’s ha puesto este miércoles bajo una revisión con tendencia a la baja las calificaciones crediticias de MásMóvil, y sus instrumentos financieros de deuda sénior, y Euskaltel por la oferta de operación pública de adquisición (OPA) de la primera sobre la segunda.
Ambas compañías partían de una calificación crediticia de ‘B1’ que podría empeorar debido al empuje a la baja que supone el elevado apalancamiento que tendría MásMóvil tras la compra del operador vasco, una rebaja que también sufrirían sus calificaciones respecto a la probabilidad de default de su deuda, que se sitúan en la escala ‘B1-PD’.
Moody’s señala que el mayor ratio de deuda respecto al beneficio bruto de explotación (deuda/Ebitda) con el que se puede mantener la calificación ‘B1’ es de cinco veces.
En caso de que se culmine la operación, que será financiada con deuda, esta podría alcanzar un máximo de seis veces el Ebitda hasta que se materialicen las sinergias entre los dos grupos, por lo que no encajaría en este escalón de calificación.
La firma reconoce este último aspecto como uno de los beneficios de la fusión, ya que considera que el aumento de tamaño del grupo resultante, que consolidaría a MásMóvil como nuevo operador, podría aumentar la capacidad de recuperación de la compañía.
Desde la agencia se asegura que la calificación del grupo dirigido por Meinrad Spenger podría mejorar si se presenta un nuevo plan en el que se vea un aumento del negocio operativo y se apueste por una política financiera conservadora basada en un sostenido desapalancamiento hasta que el ratio deuda/Ebitda caiga por debajo de 3,75 y aumente también comparativamente el flujo de caja operativo respecto al pasivo de la compañía.
Por otro lado, Moody’s advierte de una mayor devaluación del ‘rating’ si la compañía reparte grandes dividendos o encara otras fusiones y adquisiciones basadas en deuda, mantiene un ratio de deuda respecto al Ebitda por encima de 4,75 o si la liquidez se deteriora.
En el caso de Euskaltel, la calificación podría mejorar si se mantiene en unas métricas respecto a la deuda similares a las de MásMóvil y continúa experimentando un crecimientos sostenido de los ingresos, así como una mejora de sus ingresos por cliente y tasas de abandono.
La calificación podría evolucionar en sentido contrario si no se reduce la deuda y si el mercado experimenta ajustes de precio que afectan al operador vasco — que mantendrá sus marcas tras la fusión– o pierde cuota de mercado. Asimismo, también podría repercutir negativamente la realización de más adquisiciones que debilitaran la liquidez o mantuvieran el ratio de deuda respecto a Ebitda por encima de cinco.