Moody’s eleva la calificación de OHLA a ‘B3’ y mantiene su perspectiva en ‘positiva’

Vuelve a la nota que tenía en 2017

MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

Moody’s ha subido en un escalón la calificación crediticia de OHLA, del anterior ‘Caa1’ al actual ‘B3’, todavía dentro del grado especulativo pero fuera ya del riesgo de impago, cuya probabilidad también ha disminuido a ‘B3-PD’, al mismo tiempo que ha mantenido su perspectiva en ‘estable’.

La agencia de calificación ha llevado a cabo esta mejora en el rating de la constructora controlada por los hermanos mexicanos Amodio, que supone la vuelta a la nota que tenía en 2017, tras haber reducido en casi 100 millones adicionales su deuda, gracias al pago de la Comunidad de Madrid por la liquidación del tren a Navalcarnero.

A esta reducción del pasivo, que se materializará en marzo, se suma el recorte que acometió en 2021 a través de una serie de operaciones de refinanciación. El resultado será un pasivo de 425 millones, que la compañía prevé seguir reduciendo por debajo de los 400 millones.

Moody’s también destaca las previsiones de OHLA por seguir incrementando su resultado bruto de explotación (Ebitda) a lo largo del año, con el objetivo puesto en superar los 110 millones de euros, apoyado en nuevos pedidos por valor de 3.700 millones de euros en 2021, hasta alcanzar una cartera de 5.800 millones.

“La perspectiva ‘positiva’ reconoce la mejora en la estructura de capital y en las tendencias operativas que han logrado equilibrar la creciente incertidumbre en torno a la situación económica mundial y la presión inflacionaria en los materiales de construcción y la mano de obra”, señala la calificadora.

La agencia de calificación también apunta que la liquidez con recurso de 841 millones es “adecuada”, con 360 millones de caja, excluyendo posiciones asociadas a ‘joint ventures’ de 148 millones y otros colaterales de 140 millones de euros, que no están disponibles para el uso inmediato de la matriz.

Moody’s fijó a OHL en impago selectivo en abril del año pasado, después de que la compañía no abonase los cupones vinculados a sus bonos, tal y como estaba previsto en su plan de refinanciación. Una vez concluido este plan, la compañía ya los pagó en junio y la agencia ha ido mejorando progresivamente su rating.