Mercadona consiguió aumentar su beneficio neto hasta los 727 millones de euros, un 17% más. Con una facturación de 26.932 millones de euros en un año muy complicado de pandemia.
“La falta de turistas nos ha afectado mucho porque somos muy fuertes en las zonas de España con más turismo como la costa mediterránea. También nos hemos ido del centro en algunas zonas y, sobre todo, que hay algunos competidores que los están haciendo muy bien”, aseguraba en la rueda de prensa el Presidente de Mercadona, Juan Roig.
Según Roig, en un “año atípico” marcado por la pandemia cayeron las visitas a las tiendas un 16% pero el ticket de compra medio creció un 26%, hasta 29 euros. Pese a ello, el grupo valenciano logró mejorar sus estimaciones de hace un año. La facturación superó la previsión de Mercadona para este año, que era crecer un 4% en ventas, hasta los 26.500 millones, mientras que el resultado esperado se situaba en 700 millones.
En cuanto a la expansión internacional, el empresario valenciano subrayaba los planes de la compañía para crecer en Portugal, donde señalaba que se encuentran inmersos en su objetivo de conocer las necesidades de los consumidores de aquel país, y apuntaba su intención de abrir una media de “10 tiendas al año, en Portugal” en los próximos 4 o 5 años. Descartaba así mirar a otros mercados, para centrarse en el país vecino.
Preguntado sobre si Mercadona entrará en la guerra de precios, Roig contestaba de forma rotunda: “Nosotros vamos a hacer la guerra de la calidad. Yo no creo en la guerra de precios”.
En cuanto a la actual situación económica y la esperada llegada de los fondos europeos, Roig descartaba que Mercadona vaya a pedir ayudas. Añadía que su objetivo es poder seguir trabajando con “agilidad, llevar a cabo sus inversiones y tirar con nuestros propios medios”; sin embargo, ponía el acento en la importancia de que esos fondos lleguen a las empresas que los necesiten. Añadía además que, como sociedad civil, se debería exigir la agilidad de los trámites en todas las Administraciones.