MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Más de la mitad de los directivos de empresas españolas (el 54%) ha manifestado haber aumentado sus ventas online desde el inicio de la pandemia, según un estudio elaborado por la consultora Grant Thorton a directivos de más de 400 empresas.
Así pues, el comercio electrónico se consolida como una opción paralela a la internacionalización. Tal y como ha explicado el presidente de Grant Thorton, Ramón Galcerán, “esta correlación entre comercio electrónico e internacionalización tiene sentido ya que la digitalización ha contribuido, sobre todo y paradójicamente durante la pandemia, a romper barreras geográficas en la economía. La tecnología se consolida, cada vez más, como una buena aliada para la expansión de las medianas empresas”.
Desde Gran Thorton han apuntado que muchos empresarios han comprobado la necesidad de diversificación en un mercado local impactado por el efecto del Covid-19, que está empujando a las compañías a enfocar sus planes de internacionalización más allá de una fórmula para incrementar facturación. “Los empresarios comienzan a entender que construir una presencia en nuevos mercados puede beneficiar a las empresas proveyendo de acceso a financiación y regímenes fiscales favorables, además de marcar territorio para una mayor expansión en la región”, han apuntado desde la consultora.
Por ello, la previsión es que cada vez más empresas aumenten su proporción de empleados centrados en los negocios internacionales en los próximos 12 meses y hagan mayor uso de proveedores y subcontratas internacionales. En España, un 20% de empresas consultadas por Grant Thornton reconoce que aumentarán su cifra de empleados centradosen el mercado exterior durante el próximo año, en línea con el 19% de la media europea, pero lejos todavía del 29% del global.
Sin embargo, la incertidumbre económica mantiene todavía a la expectativa a la mayor parte del tejido empresarial nacional, ya que un 43% asegura que prefiere todavía mantener como hasta la fecha sus equipos internacionales.
Por último, los expertos apuntan que, en el avance hacia la internacionalización, la flexibilidad operativa, propia de las empresas medianas, se configura como una clara ventaja frente a las grandes. “Es posible que no tengan los mismos recursos financieros que las grandes empresas, pero son capaces de ver las tendencias y adaptarse rápidamente a las oportunidades internacionales, pudiendo subirse a la ola más rápido” ha sentenciado Galcerán.