La política monetaria restrictiva, sin embargo, provocará ‘crecimientos mediocres’ en las economías desarrolladas
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El Producto Interior Bruto (PIB) de España crecerá un 2,2% este año, frente al 1,7% esperado en el trimestre anterior y el 1% de principios de año, según las nuevas previsiones de Mapfre Economics.
En la presentación del informe ‘Panorama económico y sectorial 2023: perspectivas hacia el tercer trimestre’, los analistas de Mapfre prevén que en un contexto económico marcado por la fortaleza de las exportaciones, el endurecimiento financiero y un consumo público, beneficiándose de la entrada de fondos europeos, la inflación, por su parte, se situará en el 3,4% este año.
En 2024, el estudio prevé que el alza de precios sea del 2,5%, cercano al objetivo de los bancos centrales, aunque también advierten de que la tasa subyacente (la cual no toma en cuenta el precio de los alimentos no elaborados ni de la energía) sigue “incómodamente alta”, por lo que la política monetaria del alza de tipos se pronostica que continúe hasta el siguiente año.
Para Mapfre Economics, los riesgos de corto plazo para la economía española se derivan de los efectos del endurecimiento financiero y lo que esto implique en términos de contracción del crédito a la economía y sus efectos en el consumo y la inversión.
Así, el dinamismo de la economía podría verse afectado por la política de los bancos centrales, apunta el director de Análisis Macroeconómico y Financiero de Mapfre Economics, Gonzalo de Cadenas-Santiago, que si bien no conduce a la economía global a un panorama de recesión, sí conduce a uno de ‘estanflación’.
UNA RECESIÓN ‘SUAVE’ EN ALGUNOS PAÍSES DEL NORTE
En el panorama global, el experto de Mapfre Economics ha señalado que en la Eurozona el impacto de la política monetaria en el crecimiento de los países “ha sido muy diverso”. “Tenemos un sur boyante por el sector de los servicios por una recuperación post-covid” y “un Norte que no se ha deteriorado tanto como se había pensado, que sigue manteniendo la demanda de los países del sur”.
No obstante, advierte de que las economías del norte de Europa podrían entrar en una “recesión suave” en la segunda mitad del año, en particular Alemania, algo que sin duda podría afectar a la demanda de servicios de España.
“España no va a entrar en recesión, pero sí se va a desacelerar la actividad porque nuestro mercado de exportación fundamental es Europa, y Alemania es la locomotora de la región. Con lo cual, si Alemania se resfría, España va a estornudar”, ha reiterado.
Para la Eurozona mantiene la previsión de crecimiento para este año en el 0,6%, a pesar de los malos datos macroeconómicos registrados en el primer trimestre y con un menor respaldo de los países intensivos en manufacturas.
Para 2024, Mapfre Economics prevé un aumento del PIB del 1%. Sin embargo, las previsiones de inflación se elevan marginalmente hasta el 5% para 2023, mientras que la tasa esperada para 2024 es sustancialmente inferior, al situarse en el 1%, por debajo del nivel objetivo de los bancos centrales.
DÉFICIT DE AHORRO DE LAS FAMILIAS
Otro indicador relevante del que ha hecho mención el director ejecutivo de Mapfre Economics ha sido el del “colchón del ahorro”, algo positivo, sobre todo después de la pandemia de la Covid-19.
“Se creía que el exceso de ahorro en países o en zonas, en regiones económicas como Estados Unidos y Europa, podía oscilar, entre el 10% y el 8% del PIB. Y si bien es cierto que había un ahorro relevante, nosotros, como economistas del sector asegurador que miran los ahorros a largo plazo, a lo largo del ciclo de vida de los consumidores y de la población, creemos que no es tal exceso de ahorro, que sí que lo ha habido y que se está erosionando, pero no es tanto”, ha indicado.
Además, ha explicado que existe una “brecha de ahorro estructural”, que es la diferencia entre el ahorro que le hace falta a un ciudadano en su ciclo de vida en una determinada región económica y el ahorro bruto público y privado de ese país. En este sentido, en países como España ese déficit de ahorro supera el 25% del PIB.
PANORAMA MIXTO PARA LAS ASEGURADORAS
Por último, el director de Análisis, Estudios sectoriales y Regulación de Mapfre Economics, Ricardo González, ha explicado que el panorama para las aseguradoras es “mixto”.
“Esta desaceleración económica que va a venir como consecuencia de tener las condiciones financieras endurecidas termina trasladándose a la economía real por el mayor coste de financiación para hogares, negocios, autónomos y demás”, ha señalado.
También ha dicho que este panorama macroeconómico terminará afectando sobre todo a las líneas de negocio más cíclicas del negocio asegurador, “particularmente al negocio de autos”.
Por otro lado, unos tipos de interés más altos están ayudando al desarrollo del negocio de los seguros de vida, ahorro y rentas vitalicias. No obstante, Mapfre Economics señala que la inversión de la pendiente de las curvas de tipos de interés que presentan muchos mercados se ha acentuado, lo que hace más compleja la gestión de los productos con garantías de tipos de interés a medio y largo plazo.
En cuanto a la rentabilidad, indica que el sector ha vivido “un 2022 muy duro por el fuerte repunte de la inflación”. Sin embargo, ha dicho que hay tres factores que hacen mejorar las perspectivas para el sector este año.
Primero, que la inflación aunque todavía permanece alta en muchos países, ha ido mejorando y esto “se trasladará al coste de los siniestros y a las cargas estructurales de las compañías aseguradoras”.
Segundo, que se han revisado tarifas y no se ha llegado a compensar la inflación fuerte del año pasado. “Eso también ayudará a mejorar la rentabilidad”. Y por último, “la rentabilidad de las carteras de inversión” que está “mejorando, sobre todo en las líneas de negocio de no vida” que suelen tener duraciones más cortas y tienen más peso en la renta variable.
González ha apuntado que la línea de negocio de vida “está dando una oportunidad de oro y no solo en España, también en América Latina”. Como referencia, ha dicho que el alza de tipos anticipada de Brasil y México presentan una buena oportunidad.
“Ambos países ya han estabilizado los tipos, Brasil los tiene por encima del 13% y México por encima del 11% y la inflación ya la tienen muy controlada. La estimación para 2023 de inflación en Brasil sería del 5% y en México, del 5,7%. Ahí hay una oportunidad de negocio importante”, ha concluido.