Los países de la Unión Europea han acordado este lunes una posición común sobre la propuesta para establecer salarios mínimos dignos en la Unión, un marco común europeo para mejorar la prosperidad y la cohesión social en el bloque.
Después de negociar la iniciativa presentada por la Comisión Europea hace un año, los Veintisiete han acordado una base para promocionar salarios mínimos adecuados, impulsar la negociación colectiva y mejorar la protección de los trabajadores.
Se trata del primer paso para aprobar una directiva sobre salarios mínimos, una medida que se negociará ahora con el Parlamento Europeo y que busca avanzar en el pilar social de la UE y garantizar una mayor prosperidad en el conjunto de la Unión.
“El trabajo debe salir a cuenta. No podemos aceptar que haya personas que ponen toda su energía en su trabajo y aun así viven en la pobreza y no tienen una vida decente. Esta directiva será un gran paso para lograr este objetivo”, ha asegurado el ministro de Empleo de Eslovenia, Janez Cigler Kralj, país que ostenta la presidencia rotatoria de la UE.
Para mejorar los salarios mínimos en el seno de la UE, aquellos países que cuentan con un salario mínimo en su legislación laboral fijarán un marco nuevo para actualizarlos de acuerdo a una serie de criterios “estables y claros”.
La idea es que el salario mínimo se actualice cada cierto tiempo y de manera regular. La propuesta también contempla que se pueda ajustar automáticamente con mecanismos de indexación.
Otro de los elementos clave de la iniciativa es la negociación colectiva, los Veintisiete han recalcado que esta resulta clave para contar con salarios más altos y mejores coberturas a los trabajadores. Por ello, la propuesta obligará a los Estados miembros a adoptar planes para impulsar la negociación colectiva en los sectores en los que ésta sea inferior al 70 por ciento.
España se encuentra entre los países de la UE que impulsan esta directiva europea, entendiendo que la medida supone avanzar en una Europa social. La vicepresidenta del Gobierno y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, ha celebrado que la propuesta “entiende, al fin, que una Europa de y con futuro es incompatible con salarios bajos y condiciones de vida precarias”.
Existen grandes diferencias entre los Veintisiete en lo que respecta a la cobertura de los trabajadores por acuerdos colectivos y salarios mínimos, algo que tiene que ver con los distintos sistemas laborales entre Estados miembros. El Ejecutivo europeo, que aspiraba en un principio a establecer un salario mínimo a nivel europeo, finalmente se ha comprometido a lograr salarios adecuados sin poner en entredicho las características y tradiciones de los sistemas nacionales.