MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Los procesos de despido colectivo abiertos este año en BBVA, CaixaBank y Banco Sabadell han recibido un aluvión de solicitudes por parte de los empleados de estas tres entidades, que han visto la oportunidad de desvincularse con unas ventajosas condiciones económicas.
Los tres bancos han acordado Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) para unos 10.700 empleados, mientras que más de 15.500 trabajadores han solicitado su baja voluntaria, lo que representa una sobredemanda del 44%.
CaixaBank recibió 8.246 peticiones para un proceso que supone la salida de 6.452 trabajadores del banco. Asimismo, 1.581 empleados solicitaron una vacante de recolocación indirecta en empresas del grupo, sobre las 138 plazas ofertadas y 337 trabajadores pidieron ser recolocados en una empresa del grupo.
En el caso de Sabadell, el banco ha cerrado esta semana el plazo de solicitud de adhesiones a un ERE que supondrá la salida de un mínimo de 1.380 trabajadores de la entidad y un máximo de 1.605, en función de las peticiones recibidas, que han ascendido a 2.100, lo que representa una sobredemanda del 30% respecto al cupo máximo de extinciones.
El mayor excedente de peticionarios se ha dado en BBVA, cuyo ERE implica 2.735 extinciones y 210 excedencias incentivadas. A este proceso se han apuntado 5.216 trabajadores del banco, superando en un 77% las plazas ofrecidas. Desde CCOO de BBVA explican que la demanda ha sido más elevada que en otros bancos debido a que se trata del primer ERE en BBVA, mientras que en CaixaBank y Sabadell los empleados más predispuestos a salir ya lo han hecho en procesos anteriores.
BUENAS CONDICIONES ECONÓMICAS DE SALIDA
Uno de los motivos que se encuentra detrás de esta demanda masiva por parte de los empleados para adherirse a los procesos de despido colectivo son las buenas condiciones de salida negociadas, muy superiores a la indemnización de 20 días por año trabajado que prevé la ley para despidos por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
“Las condiciones son buenas, la gente las considera oportunas. Los bancos están poniendo condiciones atractivas porque están interesados en que la gente se marche”, explican desde la sección sindical de CCOO en BBVA a Europa Press.
En el caso de Sabadell, las condiciones pactadas contemplan prejubilaciones para los empleados de entre 55 y 62 años con un 65% del salario anual (hasta un máximo de 300.000 euros) e indemnizaciones de 40 días por año trabajado para los menores de 54 años (con un máximo de 30 mensualidades), a lo que hay que sumar varias primas por antigüedad y voluntariedad.
Las indemnizaciones acordadas en el ERE de BBVA ascienden a 40 días por año trabajado (máximo 30 mensualidades) para los menores de 50 años, a seis veces el 65% del nivel retributivo anual para los de 50-52 años (máximo 320.000 euros) y a 20 días por año (hasta 12 mensualidades) para los mayores de 63 años, mientras que los empleados de 53 y 54 años se pueden prejubilar con una renta del 65% de su salario anual y los de 55 a 62 años, con una del 75% del salario anual.
Por su parte, CaixaBank cerró un ERE que garantizaba la voluntariedad de todas las salidas. Los empleados mayores de 63 años dejarán el banco con una indemnización de 20 días por año trabajado, los de menos de 50 años o con menor antigüedad recibirán 40 días de salario por año trabajado, los de 52 y 53 años obtendrán siete anualidades del 57% del salario fijo bruto anual y los de 54 a 63 se prejubilarán con el 57% del salario anual.
MAYOR PRESIÓN COMERCIAL
Según los representantes de los trabajadores consultados, otro de los motivos del alto número de peticionarios que registran los ERE de la banca es la presión comercial a la que se ve sometido el personal de la red de oficinas, que también ha contribuido a la desmotivación de las plantillas.
Desde CCOO BBVA explican que la digitalización y el entorno de bajos tipos de interés está penalizando los márgenes financieros de las entidades, que buscan contrarrestar esta pérdida mediante la comercialización de otros productos que permiten aumentar los ingresos por comisiones.
Esto se estaría traduciendo en una mayor presión comercial sobre los empleados de la red de oficinas de todo el sector bancario, que además ven con incertidumbre su futuro en un escenario de continuos ERE.
En la misma línea, en UGT Sabadell añaden que el agotamiento de los veteranos, el estrés de los trabajadores o la pérdida de motivación de los empleados jóvenes son situaciones que los sindicatos vienen recogiendo de forma frecuente en los últimos años y con mayor intensidad en las últimas semanas gracias al “clima” generado por el ERE.
La presidenta de SECB CaixaBank, Begoña Peiró, añade que la desmotivación de la plantilla, “altamente presionada”, y las condiciones atractivas de los últimos ERE firmados hacen que a muchos empleados no les merezca la pena continuar en lo que ella denomina “la nueva banca” y no dejan pasar la oportunidad de desvincularse de sus entidades.
“Actualmente, la banca comercial se limita a la comercialización de productos de protección, como seguros y alarmas, y de consumo, como renting de vehículos, móviles o televisores, y es realmente frustrante. A esto hay que sumarle una desorbitada presión por las ventas originada por el foco que mantiene la empresa sobre el producto, en lugar de ponerlo sobre el cliente. Todo esto repercute negativamente en la salud del empleado”, ha indicado en declaraciones a Europa Press.
Según afirma, esta situación se da tanto en los empleados de mayor edad como entre otros más jóvenes. “En Barcelona, que es un territorio deficitario de personal, se han acogido al ERE 60 personas con una antigüedad en la empresa de menos de seis años. Existe un goteo continuo de fuga de talentos, gente joven que no ve en esta empresa un claro futuro con buenas expectativas laborales”, lamenta Peiró.