El crecimiento económico acelerado y la innovación impulsada por las empresas pueden ayudar a alcanzar los objetivos
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Lograr el empoderamiento económico de la población mundial y conseguir el objetivo de las cero emisiones netas en 2030 requerirá incrementar de manera importante la inversión durante esta década, hasta el 8% del PIB global cada año, según un nuevo estudio del McKinsey Global Institute (MGI).
La investigación, titulada ‘De la pobreza al empoderamiento: elevar el listón para el crecimiento sostenible e inclusivo’ y publicada en el contexto de la cumbre del G20 que se celebrará a principios de septiembre en Nueva Delhi, analiza el crecimiento económico, la inclusión y el camino hacia la neutralidad en emisiones de carbono como elementos de un sistema conectado.
En otro documento adicional, la consultora McKinsey & Company examina qué pueden hacer los países del G20 para avanzar más rápidamente en estos ámbitos.
El MGI afirma que esta es una década decisiva para la población mundial y para el planeta, ya que en 2030 finaliza el plazo para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y se estima que ese año se acabará también el presupuesto global para limitar el calentamiento del planeta a 1,5 grados centígrados en 2050 respecto a los niveles preindustriales al ritmo actual de generación de emisiones.
Anu Madgavkar, socia del MGI, ha señalado que el reto para los dirigentes mundiales es cómo priorizar dos cuestiones “existenciales” como son el empoderamiento económico de la población y las cero emisiones netas mientras se mantiene el crecimiento y se reúnen “la enorme cantidad de recursos que se necesitaría para cerrar ambas brechas de forma significativa”.
37 BILLONES DE DÓLARES PARA CONSEGUIR EL EMPODERAMIENTO
El “empoderamiento económico”, término usado por McKinsey en su informe, marca el nivel de poder adquisitivo que se precisa para que todas las personas puedan satisfacer sus necesidades básicas en aspectos como la vivienda, la energía, la alimentación, la atención sanitaria o la educación, más un pequeño margen adicional en forma de ahorros para reducir el riesgo de volver a caer en la pobreza.
Un empoderamiento pleno permite que las personas puedan aumentar su participación en la economía productiva y desarrollar todo su potencial, según la consultora, que precisa que actualmente unos 4.700 millones de personas se encuentran por debajo de ese umbral.
En esta cifra se incluyen cerca de 2.000 millones de personas del África Subsahariana y de India y hasta 300 millones en países con economías avanzadas.
Para que todas las personas puedan alcanzar el empoderamiento, quienes actualmente se sitúan por debajo del límite deberán haber incrementado su poder adquisitivo en un 40%, de media, para 2030. Esto representa 37 billones de dólares, de los cuales el 57% correspondería a los países del G20.
41 BILLONES DE DÓLARES PARA ALCANZAR EL CERO NETO
Por otro lado, está el problema del cambio climático y el objetivo de la neutralidad en carbono, que consiste en recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible de las emisiones nulas, con algunas emisiones residuales que sean reabsorbidas desde la atmósfera gracias a distintas medidas).
El estudio del McKinsey Global Institute dice que habría que destinar 41 billones de dólares adicionales a inversiones tecnológicas que persigan reducir las emisiones, de manera acumulada hasta 2030 y desde los niveles de gasto de 2020. El 85% de esa inversión correspondería a países del G20.
Según el informe, el crecimiento acelerado de la productividad y las actuaciones de las empresas podrían cubrir dos tercios de la brecha de empoderamiento; principalmente, generando empleos mejor remunerados y mejorando la formación de las personas para que puedan ocupar esos puestos. De esta manera se puede conseguir que 2.100 millones de personas alcancen el empoderamiento y que 600 millones salgan de la pobreza.
Además, el crecimiento y la innovación podrían cubrir un tercio de la brecha para alcanzar las cero emisiones netas incluso sin una modificación de las políticas, según el MGI, que también indica que, en esta década, los costes menguantes de algunas tecnologías clave podrían hacer que alternativas bajas en emisiones valoradas en casi 10 billones de dólares sean viables para actores privados.
Más allá de lo que puede lograr el mercado, persisten algunas brechas. El MGI estima que la brecha económica no resuelta se sitúa en el 4% del PIB anual a nivel mundial, unos 13 billones de dólares en lo que se refiere al empoderamiento y 26 billones en inversiones para alcanzar las cero emisiones netas, de forma acumulada hasta 2030. Los países en vías de desarrollo concentran casi dos tercios de estas cantidades.
CUBRIR NECESIDADES BÁSICAS Y FOMENTAR LA INNOVACIÓN
El centro de estudios concluye que se podría realizar un esfuerzo mayor, ya que haciendo más asequibles la vivienda, la atención sanitaria, la educación y la alimentación se podrían obtener mejores resultados y 3 billones de dólares en beneficios para quienes aún no han alcanzado el empoderamiento.
Asimismo, un mayor compromiso por parte de la sociedad puede fomentar la innovación y cambiar los perfiles de riesgo y coste de las inversiones que buscan avanzar hacia la neutralidad en carbono, desbloqueando 17 billones de dólares adicionales en capital privado, según el informe.
Sin embargo, el MGI advierte de que estas grandes inversiones implican un coste de oportunidad y algunas incógnitas, incluido el riesgo de distorsionar el escenario económico de referencia.
Sven Smit, socio sénior y presidente del McKinsey Global Institute, cree que “es difícil sobreestimar la importancia de potenciar la productividad para acelerar el crecimiento económico, que eleva los ingresos y amplía la capacidad financiera para la transición hacia el cero neto”.
Otro factor crucial, en su opinión, es que la innovación se centre en favorecer la asequibilidad. “Disminuir los costes de las tecnologías bajas en emisiones es clave para evitar que las familias vulnerables afronten costes mayores y para reducir el coste de toda la transición”, ha comentado.
El análisis por regiones realizado por el MGI muestra que en India, por ejemplo, el 77% de la población se encuentra actualmente por debajo del umbral de empoderamiento, y que el crecimiento acelerado y las actuaciones de las empresas podrían conseguir que 700 millones de personas superen ese límite.
Al mismo tiempo, India afronta una brecha de inversión de 5,6 billones de dólares, de forma acumulada durante esta década, para lograr el cero neto.
EL PAPEL DE LAS EMPRESAS Y EL CRECIMIENTO ECONÓMICO
El estudio subraya que se precisan innovaciones más audaces en los ámbitos económico, tecnológico e industrial, así como en las políticas. Las posibilidades incluyen crear vehículos financieros multilaterales, integrar a los países de bajos ingresos en el comercio internacional, desarrollar ciudades sostenibles con viviendas asequibles y diseñar mercados de carbono efectivos.
Mekala Krishan, socio del MGI, ha afirmado que, “incluso sin compromisos mayores, el crecimiento y las actuaciones de las empresas pueden generar un progreso real que puede cambiar vidas”.
“Proseguir con todo lo que el mercado puede hacer ya supondría un incremento tremendo. A esta escala y con este impulso adicional, se genera un entorno fértil para lograr avances y cambios que hoy todavía no podemos prever”, ha añadido.