MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Los directores generales y presidentes de las mayores empresas europeas han advertido de que una regulación “incoherente y compleja” es “el principal riesgo” para la competitividad en Europa, según los datos de la última encuesta realizada por la Mesa Redonda Europea para la Industria (ERT por sus siglas en inglés), el principal lobby empresarial europeo.
La confianza empresarial de los directivos ha vuelto a caer en terreno negativo, “reflejo de las actuales condiciones económicas y del peso de la compleja normativa sobre las perspectivas de crecimiento futuro”.
En concreto, casi dos tercios (61%) de los líderes empresariales consideraron que la economía europea se comporta peor que hace seis meses, en una encuesta en la que se ha calibrado la opinión de los líderes empresariales sobre una serie de temas, como las perspectivas económicas, la competitividad de Europa y su entorno normativo.
Así, los tres subcomponentes del índice se sitúan en territorio negativo, siendo las condiciones económicas actuales en comparación con las de hace seis meses las que registran la caída más pronunciada. En este sentido, las perspectivas de recuperación en los próximos seis meses siguen siendo pesimistas; con un 43% de los encuestados que prevé un empeoramiento de las perspectivas económicas a corto plazo, y solo el 9% ve los próximos seis meses con optimismo.
En este foro empresarial están presentes el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras; el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete; o el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, entre otros.
El presidente del Comité sobre Competitividad e Innovación de la ERT y presidente del comité ejecutivo de Basf, Martin Brudermüller, aseguró que globalmente se está “ante un panorama de incertidumbre, y es natural que esto afecte a la confianza”.
Por ello, advirtió de que Europa no afronta estas múltiples crisis desde “una posición de fortaleza” y que la regulación es “el principal riesgo para la competitividad” señalado por los CEOs. “A pesar de nuestro gran potencial como líder en innovación y base industrial, nuestra economía se enfrenta a retos internos que también empeorarán nuestras perspectivas de futuro”, dijo.
De esta manera, instó a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo a que sitúen “en el centro de sus actuaciones los argumentos empresariales a favor de la industria de la UE y su competitividad”.
“Necesitamos un compromiso claro y significativo de que los responsables políticos están decididos a abordar este reto. Y esto tiene que ocurrir muy pronto. No tenemos tiempo que perder antes de que se cause un daño irreparable a la competitividad global de Europa y a la prosperidad y, en última instancia, a la estabilidad de nuestra sociedad”, aseguró.
Así, el 56% de los encuestados apuntó que un “entorno normativo complejo y/o incoherente” tendrá un impacto muy importante en la competitividad en los próximos tres años, y otro 30% consideró que este impacto es importante. Le siguen otros factores de riesgo, como los elevados precios de la energía y la exposición a las tensiones geopolíticas.
POCO OPTIMISMO EN MEDIDAS AMBICIOSAS DE LOS POLÍTICOS.
Además, a pesar de que el entorno normativo complejo e incoherente se señaló como la mayor preocupación para la competitividad de Europa, hay poco optimismo en que los responsables políticos tomen medidas ambiciosas para hacer frente a la complejidad de los marcos normativos europeos, ya que el 83% de los líderes industriales encuestados no esperan que se tomen medidas ambiciosas para restablecer la coherencia normativa o reducir la carga regulatoria.
En cuanto a la integración del mercado único, el 60% de los encuestados no tiene grandes esperanzas de que se produzcan avances sustanciales en este ámbito.
CONFIANZA DESIGUAL EN LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA.
Por otra parte, los resultados de la encuesta revelan una confianza desigual en que la transición ecológica pase de la visión a la realidad a un ritmo acorde con los objetivos políticos europeos. Por el lado positivo, el 87% de los miembros de la ERT son algo o muy optimistas en cuanto a que los responsables políticos de la UE adoptarán medidas ambiciosas para reforzar los incentivos a las inversiones verdes.
Del mismo modo, el 74% espera que los responsables políticos pongan en marcha nuevas iniciativas para apoyar la economía circular, fomentando una mayor reutilización y reciclaje de materiales y productos. Al menos una ligera mayoría de líderes empresariales (54%) es optimista en cuanto a la adopción de medidas políticas para mejorar las infraestructuras energéticas.
Respecto a si Europa reúne las condiciones adecuadas para construir la infraestructura física necesaria, el 70% de los directores ejecutivos señaló que no confía en que los procesos administrativos sean los adecuados para hacer posibles tales proyectos. A esto le sigue la falta de confianza en que Europa cuente con suficientes trabajadores cualificados, citada por el 59% de los encuestados.