MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El sector de recuperación de deuda impagada aumentó un 8,3% su facturación en 2022, hasta alcanzar los 1.500 millones de euros, situándose por encima de los datos prepandemia, como explican desde el Observatorio Sectorial DBK de Informa.
Tras el “sensible” aumento experimentado en los últimos años, la cartera de impagados gestionada por empresas especializadas registró un “ligero retroceso” durante el último año, en un escenario de baja morosidad y descenso de la deuda en vía judicial.
Así, se cerró 2022 con una cifra de 300.000 millones de euros, un 1,6% menos que en el ejercicio anterior.
Además, la mayor dificultad para la recuperación de la deuda motivó un “moderado descenso” también del volumen recuperado, que se cifró en unos 11.800 millones de euros. Por tanto, la tasa de recuperación se mantuvo en el entorno del 4%, en el mismo nivel que en 2021.
El importe del crédito de dudoso cobro de las entidades financieras rondó los 43.150 millones de euros, con una caída interanual del 18%, habiéndose reducido a la mitad en un período de cinco años.
A su vez, la tasa de morosidad disminuyó nuevamente “de forma significativa”, hasta el 3,5%, nivel cercano ya al de 2008.
Desde el Observatorio Sectorial DBK adelantan que el volumen de negocio sectorial prolongará la tendencia de aumento de los últimos años, si bien con cierta ralentización como consecuencia de la pérdida de dinamismo de la actividad económica general.
Asimismo, apuntan que la elevada inflación y los altos tipos de interés podrían reflejarse en una mayor dificultad de pago, tanto por parte de los hogares como de las empresas.
En concreto, apuestan por que la facturación de las corporaciones del sector crecerá alrededor de un 6 o 7% en 2023, hasta los 1.600 millones de euros. En 2024, por su parte, se espera una nueva moderación en el ritmo de crecimiento.
A lo largo de los últimos años se han llevado a cabo “numerosas operaciones” de compra y fusión entre compañías del sector. Por ello, a pesar del elevado número de empresas que desarrollan esta actividad, existe una tendencia de progresivo aumento del grado de concentración de la oferta.
En concreto, las cinco primeras entidades alcanzaron en 2022 una cuota de mercado conjunta del 43%, participación que ascendió hasta el 53% al considerar a las diez primeras.