El diferente momento de la recuperación económica en el que se encuentran las economías de la zona euro y de Estados Unidos justifica que el Banco Central Europeo no responda con la misma rapidez que pueda hacerlo la Reserva Federal de Estados Unidos a la aceleración de la inflación. Son las palabras de Christine Lagarde en France Inter.
Argumenta que no pueden actuar de inmediato, porque subir ahora tipos tendría un efecto dentro de 6 o 9 meses, algo que supondría ralentizar el crecimiento. Considera que la inflación se ralentizará a lo largo de 2022.