MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, considera que la fase de recuperación de la economía de la zona del euro está cada vez más avanzada, reiterando que el repunte de la inflación se debe principalmente a factores temporales, aunque ha advertido de que las presiones sobre los precios podrían volverse más persistentes si los cuellos de botella de la oferta o las subidas salariales superan las expectativas.
En un discurso pronunciado ante el Comité Financiero y Monetario Internacional, la banquera central ha reconocido el notable aumento de la inflación desde principios de año y anticipado seguirá al alza durante el otoño, aunque ha expresado su confianza en que la tendencia se revierta el próximo año a medida que desaparezcan los factores temporales que han impulsado la subida de los precios.
“Nuestro escenario base prevé que la inflación aumente gradualmente a partir de entonces, pero que se mantenga por debajo de nuestra meta del 2% en el mediano plazo”, ha indicado la francesa, señalando que la inflación incluso podría resultar más débil de lo previsto si un nuevo endurecimiento de las restricciones relacionadas con la pandemia afectara la actividad económica.
“Por otro lado, las presiones sobre los precios podrían volverse más persistentes si los cuellos de botella de la oferta duran más o los salarios aumentan más de lo que se prevé actualmente”, ha advertido.
En cualquier caso, la presidenta del BCE ha subrayado que, hasta ahora, no hay evidencia de efectos de segunda ronda significativos a través de los salarios y las aunque la institución continuará monitoreando de cerca los riesgos para las perspectivas de inflación.
RESILIENCIA DE LA BANCA EUROPEA.
Por otro lado, Lagarde ha destacado que al no producirse la oleada de insolvencias corporativas temida, el desempeño de los préstamos bancarios resultó ser más resiliente de lo que se pensaba inicialmente, aunque ha reconocido que todavía es demasiado pronto para evaluar el impacto total de la pandemia.
En este sentido, si bien la mejora del entorno económico ha contribuido a una disminución de los riesgos para la estabilidad financiera a corto plazo, la banquera central ha advertido de que a medida que la recuperación económica se afianza, se están acumulando vulnerabilidades financieras asociadas con un repunte de la actividad.
“Por lo tanto, en algunos países de la zona del euro deben considerarse medidas macroprudenciales específicas para los mercados inmobiliarios residenciales y la activación de colchones de capital macroprudenciales para reforzar la resiliencia de manera oportuna”, ha recomendado.