MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Las ventas de productos electrónicos en España hasta septiembre de este año se mantienen un 7,9% por encima de las de 2019, una cifra de crecimiento igual al de la comparativa con los resultados de 2020, según los datos presentados por la consultora GFK en el 11º Congreso Aecoc de Bienes Tecnológicos de Consumo (BTC).
En la proyección de la cifra de cierre de año, el director de retail de GFK, Fernando Gómez, ha previsto un crecimiento del sector BTC en España de entre el 3% y el 5%, que se lograría tras repetir los datos de ventas en las campañas de Black Friday y Navidad.
En el detalle por productos, la categoría que registra un mayor aumento de ventas en lo que va de año es la de telecomunicaciones, ya que la venta de teléfonos móviles y otros productos de comunicación ha aumentado en 2021 un 22,8%, mientras que la venta de grandes electrodomésticos ha subido un 9,8% y los pequeños lo han hecho un 4,3%.
La venta de televisores, cámaras y otros artículos de electrónica de consumo ha crecido un 3%, mientras que la facturación de ordenadores y productos de tecnología de la información ha caído un 3,8% este año. Precisamente, ésta es la categoría que más creció en 2020, con un incremento del 24% en sus ventas.
El crecimiento del sector de productos tecnológicos tras la pandemia se está produciendo a escala global y GFK atribuye fundamentalmente esta tendencia al incremento de la demanda de productos para el hogar que se está dando desde el inicio de la pandemia y al crecimiento de los artículos premium.
De hecho, las ventas de productos electrónicos de más de 150 euros en Europa y Asia han crecido un 30% en lo que va de año, mientras que los de menos precio suben un 17%.
“El ahorro generado durante la pandemia ha favorecido que ahora el consumidor opte por productos tecnológicos de gamas más altas, lo que está impulsando el crecimiento del sector”, ha argumentado el director de retail de GFK.
Por otra parte, GFK también destaca la consolidación del ‘e-commerce’, que ya representa un 30% de las compras de productos tecnológicos en España, lo que supone un pequeño retroceso respecto al 34% registrado en 2020 y abre más la distancia con las ventas ‘online’ del sector en el resto de Europa occidental, que se sitúan en un 43% del total.
Por su parte, el director de Analitics & Insights de Procter & Gamble, David Seguí, ha coincidido con GFK a la hora de identificar el crecimiento de los productos premium en el sector. Según las proyecciones de la compañía, los productos electrónicos de gama alta representan un 7% de las ventas y en 2026 supondrán un 16%.
En este sentido, Seguí ha destacado el gran interés que muestran los consumidores en las novedades que se producen en el gran consumo y la respuesta que dan empresas, ya que un 44% de los nuevos lanzamientos que se produjeron en 2020 fueron premium, según los datos de Nielsen.
Asimismo, los datos de Procter & Gamble dibujan a un consumidor que aún pasa más tiempo en su hogar que antes de la pandemia y que busca productos electrónicos y tecnológicos para, por ejemplo, mantener limpia la vivienda o hacer sus rutinas de belleza en casa.
CONTEXTO DE DIFICULTAD PARA EL SECTOR
En la inauguración del congreso, el presidente del Comité Aecoc de BTC y director comercial de Philips, Óscar Parra, ha reconocido que el sector se encuentra en “un contexto de dificultad generado por la crisis energética y el incremento de costes de las materias primas y del transporte”.
En referencia a esta cuestión, el profesor del ESIC, Ignacio Termiño, ha quitado hierro a la inflación y ha apuntado a la generación de empleo como “el problema real” al que se enfrenta la economía española.
En su intervención, el secretario general del Ministerio de Consumo, Rafael Escudero, por su parte, ha remarcado que la digitalización y la sostenibilidad marcarán la agenda legislativa de la administración.
Escudero se ha referido a la normativa vinculada con el “derecho a reparar” y la obligatoriedad que tendrán las empresas del sector BTC de garantizar a los consumidores la reparación de sus productos hasta 10 años después de su compra. “Medidas como esta consolidan la apuesta por la economía circular, pero la sostenibilidad no es contradictoria con el desarrollo tecnológico”, ha argumentado.