BRUSELAS, 31 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea considera que la ley con la que Estados Unidos quiere reducir la inflación, que incluye 430.000 millones de dólares (431.432 millones de euros), en su mayoría ayudas para sectores clase como el del automóvil, es una discriminación “inaceptable” para la industria europea, por lo que este lunes reclaman a Washington quedar exentos como es el caso de Canadá y México.
“Es extremadamente proteccionista con las exportaciones de la UE y tenemos que aclararlo”, ha dicho el viceprimer ministro y titular de Comercio de República Checa, Jozef Síkela, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea, a su llegada a una reunión ministerial de los Veintisiete en Praga.
Durante el almuerzo, la jefa de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, se unirá a los ministros europeos para abordar las relaciones bilaterales y en ese contexto el bloque quiere trasladarle que consideran “inaceptable” la discriminación que la nueva ley comete con la UE, según ha explicado Síkela y también el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
“Espero que hablemos de ello y enviaremos una señal fuerte respecto a que esperamos un estatus especial, similar al de Canadá y México”, ha apuntado Síkela, quien ha pedido cautela para no hablar de plazos para un acuerdo con Washington y centrarse en obtener resultados.
Ya la semana pasada, Dombrovskis dijo en una rueda de prensa en Bruselas que los 27 ven con preocupación las provisiones del nuevo marco legislativo contra la inflación en Estados Unidos, al tiempo que advirtió de que son “socios estratégicos” y “no hay razón” para que se aplique a los europeos esas barreras “discriminatorias”.
Aprobado este verano, para el Ejecutivo europeo el programa estadounidense discrimina a fabricantes de vehículos extranjeros respecto a los estadounidenses y lo ve incompatible con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), si bien quiere agotar las vías del diálogo antes de pensar en recurrir al órgano multilateral.
En este contexto, Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron el pasado miércoles la creación de un grupo de trabajo específico para abordar estas tensiones y que se reunirá por primera vez esta misma semana, sin que haya trascendido los detalles de la agenda.