La Fed recomienda reforzar la regulación y supervisión para evitar más colapsos bancarios
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Silicon Valley Bank (SVB) contaba con 31 advertencias abiertas por parte de los reguladores en algunas “áreas esenciales”, como la gobernanza, la evaluación de riesgos, la liquidez o la gestión de riesgos de intereses, cuando colapsó el pasado mes de marzo, según ha revelado este viernes un informe emitido por la propia Reserva Federal de Estados (Fed).
En el documento, la Fed ha censurado los importantes fallos de gestión por parte de la dirección de la entidad bancaria y su incapacidad para apreciar los riesgos asumidos. No obstante, la Fed también ha reconocido que los reguladores no actuaron a tiempo a pesar de que el SVB contaba con 31 advertencias abiertas, “aproximadamente el triple que sus homólogos”.
“No se dieron los pasos necesarios para asegurarse de que el SVB resolviera estos problemas con suficiente rapidez”, sostiene la Fed. “Los supervisores no supieron advertir cuan graves eran sus vulnerabilidades a medida que crecía el SVB en tamaño y complejidad”, ha añadido.
Asimismo, los cambios regulatorios acometidos por la Fed en 2019 tras la aprobación de la Ley de Protección del Consumidor, Reforma Regulatoria y Crecimiento Económico, durante la presidencia de Donald Trump, comportó la revisión “a medida” de los requisitos para otros bancos que no fueran de importancia sistémica global, como era el caso del Silicon Valley Bank. Esto desembocó en unos estándares regulatorios menos exigentes, ha asegurado la Fed.
No obstante, la autoridad monetaria de EEUU ha señalado también que “aunque unos requisitos regulatorios y de supervisión más estrictos podrían no haber evitado el colapso de la entidad, sí que habrían mejorado, probablemente, la capacidad de resiliencia del SVB”.
A raíz de las indagaciones, Michael Barr, vicepresidente de la Reserva Federal encargado de la supervisión bancaria, ha recomendado reforzar la regulación por parte de la Fed a las entidades con más de 100.000 millones de dólares (90.596 millones de dólares) en activos.
Barr ha sugerido revisar las normas en cuanto a tests de estrés y requisitos de liquidez. Además, ha propuesto limitar las recompras de acciones, los repartos de dividendos y las retribuciones a los directivos en aquellas compañías con una gestión de riesgos y de capitales inadecuadas.