Dependerá de la capacidad para acelerar el proceso de vacunación
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La recuperación económica de España no llegará hasta al menos los meses de verano y dependerá de la capacidad para acelerar el proceso de vacunación, que debería traducirse en una relajación de las restricciones a la movilidad y al normal desarrollo de la vida social, y de la recuperación del gasto de las familias, impulsada por una paulatina recuperación de la confianza a medida que las vacunas vayan surtiendo efecto, según LLYC.
Tal y como ha anunciado en un comunicado la compañía, España retomará la senda de la recuperación este año, y, de hecho, la liderará, de acuerdo con las estimaciones del Fondo Monetario Internacional y de la Comisión Europea, que proyectan un crecimiento del 5,9% y del 5,6%, respectivamente.
Cifras similares a las estimadas por Funcas y BBVA Research, que esperan que la economía nacional rebote un 5,7% y un 5,5%, respectivamente, lo que destaca que, no obstante, salvo la proporcionada por la Comisión Europea, todas estas cifras contrastan con las proyectadas inicialmente y con la que prevé el Gobierno (7,2%), sustantivamente más elevadas. Esta revisión a la baja responde a este mal comienzo de año.
LLYC ha señalado que los datos divulgados durante los últimos días “no son particularmente esperanzadores y apuntan a un primer semestre o al menos trimestre del año complicado”.
Entre otros, los índices PMI manufacturero y de los servicios ha sufrido retrocesos sustantivos por la pandemia, y también por el temporal de nieve Filomena que azotó a buena parte del país en enero, con lo que la facturación empresarial se ha hundido.
Los fondos europeos, que se espera comiencen a llegar este año, también ayudarán a la recuperación e impulsarán la transformación verde y digital de la economía, pero” su impacto será muy dilatado en el tiempo y difícilmente podrá apreciarse este año, tanto por las dificultades de su puesta en marcha como por nuestra ya constatada escasa capacidad de absorción de fondos comunitarios”, ha advertido la firma.
En 2020, España ha sido la economía avanzada más duramente golpeada por la pandemia de la Covid-19, ya que según los cálculos de las principales instituciones internacionales (FMI y Eurostat) y de las casas de estudios de referencia nacionales (Funcas y BBVA Research), la economía española se contrajo en torno a un 11%.
Y ello, pese al repunte del 0,4% registrado en el último trimestre del año, un dato “mejor de lo previsto”, pero aún así “insuficiente” para evitar una caída de tal magnitud.
ACERTAR CON LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS, CLAVE
Para LLYC es “necesario un cambio de rumbo en la política económica, que ya no debe poner el foco en la liquidez, sino en la solvencia. Un problema que debe abordarse con nuevas medidas de política económica”.
Entre las medidas que demanda la compañía están las ayudas directas a las empresas y estímulos sectoriales y una condonación de las deudas contraídas por las empresas con aval del ICO.
Además, la firma ha calificado de “buena noticia”, aunque “ya se verá cómo se concreta a lo largo de las próximas semanas”, el paquete de ayudas directas por valor de 11.000 millones a la Hostelería, Turismo y Restauración.
“El riesgo de no aplicar las políticas acertadas podría conducirnos a una ola de insolvencias masivas entre las empresas, particularmente aquellas que actúan en los sectores Covid, como el turismo, construcción, y ocio y comercio, fundamentalmente”, según LLYC.