MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha decidido rebajar sus perspectivas de crecimiento mundiales por el impacto que tendrá la guerra entre Ucrania y Rusia tanto en la inflación como en la economía, según se desprende de su informe bianual ‘Perspectivas Económicas’, publicado este miércoles.
La entidad con sede en París asume que el Producto Interior Bruto (PIB) mundial crecerá un 3% este año. Esto supone una reducción de 1,5 puntos respecto a la previsión de diciembre, cuando la OCDE estimaba un crecimiento del 4,5%. También supone una reducción de cuatro décimas frente a las previsiones de marzo, cuando cuantificó de forma preliminar que el impacto de la guerra implicaría un crecimiento del 3,4%.
“La magnitud de cuánto más bajo será el crecimiento y cuánto más alta la inflación dependerá de cómo evolucione la guerra, pero está claro que los pobres serán golpeados más duramente. El precio de esta guerra es alto y debe ser compartido”, ha subrayado la economista jefa de la OCDE, Laurence Boone.
De su lado, las perspectivas para el conjunto de los países que forman parte de la OCDE también se han empeorado. El organismo piensa que el PIB conjunto de sus miembros crecerá un 2,7% este año, dos décimas menos que las previsiones de marzo y 1,3 puntos por debajo del crecimiento del 3,9% pronosticado en diciembre.
El ‘think tank’ de los países desarrollados ha alertado de que, pese a que los riesgos ya están alineados a la baja, “el precio de la guerra podría ser todavía más elevado”. Así, la OCDE alerta de que el conflicto está alterando las distribución de alimentos y energía, lo que eleva la inflación de forma generalizada a bienes y servicios y amenaza a los países de bajos ingresos.
Así, la OCDE ha instado a los países a evitar por todos los medios que se produzca una crisis de alimentos. Por otro lado, también ha recomendado a los gobiernos que pongan en marcha estímulos fiscales dirigidos a los más vulnerables para contener las consecuencias de la inflación, al tiempo que ha recetado a los bancos centrales que ajusten su política monetaria a “estas extraordinarias circunstancias”.
Pese al golpe económico, las perspectivas de empleo para el conjunto de la OCDE son mejores de lo esperado. En diciembre, el organismo pronosticaba que la tasa de desempleo del conjunto de sus Estados miembros cerraría 2022 situada en el 5,5% y pasaría a ser del 5,2% en 2023. Este miércoles, ha mejorado sus previsiones y ahora considera que la tasa al cierre de 2022 será del 5,2%, aunque repuntará al 5,3% en 2023.
En lo que respecta a la inflación, para el conjunto de países de la OCDE se disparará hasta una media del 8,5% este año, para ralentizarse hasta el 6% en 2023. En diciembre, el ente estimaba un alza de precios del 4,2% en 2022 y del 3% el año que viene.
Las previsiones de la OCDE también arrojan un crecimiento del 2,6% del PIB de la zona euro para este año, lo que supone tres décimas menos que en marzo y hasta 1,7 puntos menos que en diciembre. De su lado, Estados Unidos experimentará en 2022 una expansión del 2,5%, frente al 3,7% de diciembre y al 2,8% de marzo.