MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Las empresas medianas españolas dan por superada la pandemia y mejoran tanto sus perspectivas de crecimiento como su percepción de las barreras para hacer negocios, según ha informado la consultora Grant Thornton.
Esa mejoría sitúa la salud del ‘mid-market’ español no solo en cifras anteriores al Covid, sino por encima de las medias europea y mundial. Esta es una de las conclusiones del último ‘Pulso de la Mediana Empresa Española’ de Grant Thornton, que mide la salud de las compañías medianas de España, de entre 50 y 500 empleados, comparándolas con las de Europa y las del resto del mundo a partir de una metodología desarrollada por Oxford Economics.
La firma de servicios profesionales analiza cada seis meses las perspectivas y barreras para el crecimiento percibidas por más de 10.000 ejecutivos de 29 países, 400 de ellos en España. Por primera vez desde la primera mitad de 2018, la salud de la mediana empresa española se sitúa en cifras positivas, pasando de los -11,8 puntos de finales de 2020 a 1,3 puntos (de un baremo que va de -50 a 50).
Se trata de una subida exponencial, motivada por la percepción de que existen menos barreras para hacer negocios pero, sobre todo, por unas sólidas previsiones de crecimiento. En contraste, la salud del ‘mid-market’ europeo y global se sitúa en 0 puntos: por debajo del indicador español por primera vez desde 2017.
Para el socio de Consultoría del Sector Público y portavoz económico de Grant Thornton, Carlos González Luis, la primera mitad del año ha estado marcada en España por el rápido avance de la campaña de vacunación y por la aprobación en Bruselas del Plan español de Recuperación y Resiliencia, que destinará hasta 140.000 millones de euros al país.
“Estos dos hitos explican las buenas perspectivas de las empresas medianas, que confían clara y predominantemente en una rápida recuperación de la economía tras la pandemia”, ha añadido González Luis.
Las perspectivas de crecimiento de los empresarios consultados crecen 29 puntos respecto a finales de 2020 y se sitúan en 48, impulsadas sobre todo por un mayor optimismo, pero también por la mejoría en la expectativa de mejorar sus ingresos y beneficios y por una mayor disposición inversora. Esas perspectivas son ligeramente mejores que las de los empresarios europeos (47,5 puntos), pero se sitúan por debajo de la media mundial (56,7 puntos).
Por lo que respecta a las barreras al crecimiento, también mejoran y pasan de -52,7 a -45,3 puntos, en contraste con su empeoramiento a nivel europeo y mundial. Los directivos españoles, sin embargo, aumentan su preocupación por los costes energéticos y por la escasez de personal cualificado, pero en cambio perciben una menor incertidumbre y creen que ha mejorado el acceso a financiación.