MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La consultora CBRE ha señalado este martes que la inversión institucional en el sector de la agroindustria (‘agribusiness’, en la jerga del sector) española superará los 2.000 millones de euros en el presente ejercicio, lo que equivale a duplicar el dato del pasado año.
La compañía ha concretado en una nota de prensa que se observa un “interés creciente” por las fincas rústicas desde 2017, con 400.000 unidades transaccionadas de media desde entonces, en tanto que en la primera mitad de 2023 se alcanzaron las 234.000 unidades, de las que el 43% tuvieron lugar en Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha.
Ligado a esto, la consultora ha especificado que el sector agrícola se ha profesionalizado hasta facilitar la entrada de este tipo de inversores, cuyo interés se basa en las rentabilidades y en la posibilidad que brinda a los inversores el poder desarrollar carteras diversificadas, lo cual minimiza la volatilidad y reduce el riesgo de sus carteras.
Otra razón que sustenta el interés de la comunidad inversora, de acuerdo al responsable de ‘agribusiness’ para el sur de Europa de CBRE, es el incremento de precios de la tierra productiva con agua, en tanto que ha vaticinado que el sector se consolidará como un sector estratégico y con un papel fundamental en la economía española.
Además, ha agregado que, es este escenario, la sostenibilidad y la innovación tecnológica serán dos pilares fundamentales que deberán formar parte de la hoja de ruta de todos los actores del mercado.
El informe ha constatado el creciente interés de la industria financiera en este sector a la vista de que a escala global, en el transcurso de los últimos 15 años, el número de fondos dedicados a ello ha pasado del centenar a más de 900, en tanto que Norteamérica concentra más del 50% de esta inversión pero con Europa viendo crecer su cuota de actividad.
Así, desde CBRE han vuelto a llamar la atención en la Península Ibérica dado que “juega un papel muy relevante por el clima, la variedad de cultivos, la calidad de sus tierras, su eficiencia en sistemas de regadío y el tamaño de las fincas”.
Conectado a esto, han señalado que la balanza comercial del sector agroalimentario español registró en el primer semestre del año un saldo positivo de 8.000 millones de euros gracias a la fuerza de las exportaciones, en tanto que, de la superficie agraria, 17 millones de héctares son de cultivo (76% dedicado a secano y el restante a regadío).
Por tipo de operaciones en el sector, el estudio ha destacado que fondos de pensiones y grandes aseguradoras se prodigan en operaciones de ‘buy and leaseback’, con retornos de entre el 5-8% dependiendo del cultivo y la tierra, mientras que los fondos propios de agricultura se centran en la adquisición de tierra y su gestión por parte de un operador, con retornos esperados de entre 8-12%.
De su lado, los fondos de capital riesgo optan por las operaciones de mayor riesgo a través de la adquisición de participaciones en empresas que operan en el sector agrícola con la intención de obtener retornos de más del 15%.