MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
La inversión con criterios ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno) en compañías de pequeña capitalización (‘small-caps’, en la jerga, con una capitalización de entre 300 y 2.000 millones de euros) en España es un reto común entre gestoras y empresas, según un estudio divulgado este martes por la consultora Llorente y Cuenca (LLYC).
El informe ha constatado que, por parte de las gestoras, la adaptación a un modelo de inversión y respuesta a sus clientes que incluye nuevas perspectivas, exigencias y reglas, “no es fácil”, ya que deben adaptar sus modelos de análisis e inversión y esto tiene un impacto directo en la selección de los activos en los que invertir.
Por el lado de las compañías pequeñas que ejercen de emisores, las exigencias normativas parece que “se están readaptando en los últimos tiempos con escenarios de aplicación algo más laxos”, aunque la “rueda de la excelencia” y adaptación a la economía verde afecta a “todos por igual”, ya sean grandes o pequeños.
En ese sentido, para las ‘small-caps’ supone un reto de calado tener que combinar, de forma simultánea y en idéntico rango de importancia, lo imperativo desde el punto de vista del negocio con el enfoque ESG (de adecuación de dicho negocio y de su reporte, por ejemplo).
“En esta situación, los recursos disponibles son un factor clave”, reza el estudio sobre las ‘small-caps’ para que puedan “dar a conocer tanto el esfuerzo que se realiza como el resultado, para ponerlo en valor frente a los inversores”.
Entrando al detalle, entre los retos que tienen que asumir las compañías pequeñas en ámbitos ESG para lograr captar la atención de potenciales gestoras u otros inversores, el informe ha destacado la preparación desde el punto de vista de gobierno y gestión, en términos de diagnóstico, objetivos y planes.
En esa línea, se ha apuntado a la aportación de datos, la transparencia y la comunicación rigurosa, sistemática, homogénea y proactiva, con visión estratégica, que permita a las empresas ser dueñas del mensaje y asegurar el correcto enfoque y solidez de los datos que contenga.
Traducido esto desde la perspectiva de las gestoras, para el 90% de la firmas el factor más importante a la hora de valorar una ‘small cap’ desde el punto de vista ESG pasa por el hecho de que disponga de una “estrategia clara” de ESG y que reporte y comunique de “forma completa” sobre su ESG.
En cuanto al elemento principal valorado por las firmas para que las compañías pequeñas ganen visibilidad inversora en términos ESG, el 50% ha señalado a la presentación de una memoria de sostenibilidad moderna y visual, un 20% a un ‘reporting’ no financiero completo y sofisticado, otro 20% a una política de gobierno corporativo ambiciosa y un 10% a una estrategia ESG que sea “clara, coherente y consistente”.