MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La inflación, las incertidumbres geopolíticas y el entorno de bajo crecimiento pesarán sobre la demanda de tráfico aéreo hasta 2025, según Bain & Company.
Sus perspectivas señalan que la demanda de viajes aéreos sigue en camino de superar los niveles de 2019 el próximo año, con una trayectoria a largo plazo que depende de los costes de CO2, las presiones competitivas específicas del mercado y el crecimiento macroeconómico.
De cara a 2030, la firma prevé que la demanda varíe significativamente entre regiones geográficas. Por ejemplo, los viajes entre Europa y Norteamérica podrían aumentar en torno a un 20% con respecto al volumen de demanda de 2019, mientras que los viajes intrarregionales en Asia podrían dispararse un 60%.
En cuanto a los precios de los billetes, estima que el coste de mitigación de las emisiones de carbono por parte de las aerolíneas provoque un aumento significativo a partir de 2026. Para 2030, estos costes reducirán la demanda en un 3,5% de media en todas las regiones.
“Las aerolíneas europeas tienen menos margen para bajar los precios con el fin de estimular la demanda, dada la inflación de los costes, la competencia de las aerolíneas de bajo coste y el endurecimiento de la normativa sobre emisiones de carbono”, según Bain & Company.
Sobre Asia, la gran incógnita en los mercados asiáticos será cómo evoluciona la regulación del carbono en cada país. Asia tiene claramente unas perspectivas más sólidas de crecimiento de la renta disponible a largo plazo, y las aerolíneas de bajo coste también siguen acelerando su crecimiento, ha explicado la consultora.
Además, las perspectivas de los vuelos de corta distancia en Norteamérica, incluso más allá de su fuerte recuperación reciente, siguen siendo considerablemente mejores que las de Europa y presentan menos riesgos a la baja.