La inflación sigue disparada en EE.UU. en el inicio de 2022. Los precios al consumo aumentan en enero más de lo previsto, lo que indica un empeoramiento de las perspectivas de inflación y consolida la probabilidad de que se produzcan importantes subidas de los tipos de interés este año. Los rendimientos del Tesoro estadounidense vuelven a subir después de que ese dato de inflación muestre una presión sobre los precios superior a la esperada.
El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, de referencia, sube 5 puntos básicos, hasta el 1,98%. El rendimiento del bono del Tesoro a 2 años, la duración más sensible a los tipos de interés, subió 10 puntos básicos hasta el 1,45%.
El índice de precios al consumo, aumentó un 7,5% en comparación con el año anterior, según los datos el Departamento de Trabajo. Es la cifra más alta desde febrero de 1982.
Excluyendo los volátiles costes de la gasolina y los comestibles, el IPC aumentó un 6%, frente a la estimación del 5,9%.
En términos porcentuales, el combustible fue el que más subió en enero, con un 9,5% de incremento interanual del 46,5%. El coste de la energía subió un 0,9% en el mes y un 27% en el año.
El coste de los vehículos, que ha sido uno de los principales factores de inflación desde que empezó a subir en la primavera de 2021, se mantuvo estable para los modelos nuevos y subió un 1,5% para los coches y camiones usados en enero. Ambas categorías han registrado aumentos respectivos del 12,2% y el 40,5% en los últimos 12 meses.
Los costes de la vivienda, que representan aproximadamente un tercio del IPC total, aumentaron un 0,3% en el mes, lo que supone la menor subida desde agosto de 2021 y ligeramente por debajo del aumento de diciembre. Aun así, esta categoría ha subido un 4,4% en el último año y podría mantener las lecturas de inflación elevadas en el futuro.