MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El índice de precios de consumo (IPC) de Canadá subió en febrero un 5,2% interanual, siete décimas menos que en enero, lo cual supone en la mayor desaceleración del IPC desde abril de 2010, según ha informado este martes Estadísticas de Canadá, la agencia nacional de estadísticas.
Este menor avance se explica, dice la agencia, por la distorsión provocada por el efecto de año base, pues en febrero de 2022 la inflación mensual fue del 1,0%. No obstante, el IPC se encuentra en mínimos no vistos desde enero de 2022, justo antes del comienzo de la guerra de Ucrania.
El alza de febrero se justifica en los precios de los alimentos, que se han apreciado un 10,6% en doce meses, cifra de doble dígito por séptimo mes consecutivo. Entre los principales productos que más han repuntado están los cereales (14,8%), los pescados y mariscos (7,4%) y el azúcar y la confitería (6,0%).
Los zumos frescos también han repuntado un 15,7% febrero, un notable incremento desde el 5,2% que se anotaron a comienzos del año por la escasez producida por la incidencia de una enfermedad que afecta a los cítricos y por los efectos del huracán Ian. No obstante, si bien moderaron su subida, también se encarecieron las verduras y el pan (ambos un 13,9%), las bebidas no alcohólicas (11,1%), los productos lácteos (9,1%) y la carne (6,2%).
Después, el organismo explica que la evolución de los precios de los combustibles ‘tira’ de la inflación a la baja, ya que la gasolina fue en febrero un 5,7% más barata año a año, y representa la primera bajada desde enero de 2021. En su conjunto, los precios de la energía se contrajeron un 0,6% interanual.
La inflación subyacente, que excluye de su cálculo los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, se situó en el 4,8%, una décima menos que en enero, y se encuentra en su nivel más bajo desde mayo de 2022.
POLÍTICA MONETARIA
El Banco de Canadá, banco central de Canadá, decidió a principios de marzo mantener sin cambios los tipos de interés en el 4,50% fijado en enero, lo que entonces supuso el mayor precio del dinero registrado en el país desde justo antes de la crisis de 2008, por la moderación de la inflación observada en enero.
“El consejo de gobierno continuará evaluando la situación económica y el impacto de las subidas de tipos anteriores, si bien está preparado para incrementar más las tasas si es necesario para devolver la inflación al objetivo del 2%”, comunicó entonces el organismo.
En su exposición de motivos, la autoridad con sede en Ottawa observó que la inflación se contuvo en enero gracias a la moderación de los precios de la energía, los bienes duraderos y “algunos servicios”. El Banco de Canadá prevé que la inflación se sitúe en el entorno del 3% a mitad de este año.
El propio gobernador del banco central, Tiff Macklem, ya afirmó en enero que se mantendrían los tipos en el 4,50% tras la subida de 25 puntos básicos acordada en la reunión de finales de aquel mes. Esta posición contrastó con la postura de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que ya había avisado que era “probable que la tasa final de intereses sea más alta de lo previsto anteriormente”, si bien estas declaraciones fueron anteriores al colapso del Silicon Valley Bank (SVB).