El aceite eleva su precio en un 303%, mientras que la pasta lo hace en un 183% y los arroces y la leche, un 181% y 145%, respectivamente
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
El contexto actual, marcado por la incertidumbre generada a raíz de la volatilidad de la inflación, la subida del precio de la energía y circunstancias como la guerra en Ucrania y el paro de los transportistas, ha conllevado un crecimiento del sector del gran consumo en España que, en las semanas del 6 al 20 de marzo, ha registrado un aumento en valor del 12,9% con respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de la consultora Kantar.
En concreto, este incremento del gasto en los hogares ha venido de la mano de un crecimiento sin precedentes de precios tanto para los fabricantes como para los distribuidores que, aunque hasta ahora habían tratado de contener el encarecimiento de sus productos, finalmente se han visto obligados a trasladarlo al lineal.
De media, los productos de gran consumo han visto incrementados sus precios un 5%. Ante esta situación, la consultora ha constatado que no todos los consumidores actúan de la misma forma.
Así, una parte de los consumidores está optando por mecanismos para aliviar el efecto que la inflación podría tener en el bolsillo, utilizando alternativas para tratar de abaratar su cesta (efecto ‘downtrading’), como la búsqueda de promociones y descuentos o una mayor adquisición de marcas de distribuidor.
De hecho, hasta el mes de febrero, los datos señalaban que, por el momento, no iba a darse una situación de ‘downtrading’, pero la acumulación de malas noticias ha acabado por provocarlo en las semanas analizadas. No obstante, los datos agregados no muestran por ahora un gran efecto, lo que demuestra que hay un grupo relevante de compradores que está manteniendo sus patrones de consumo.
En este sentido, el cambio de hábitos en las compras está directamente relacionado con la preocupación que los españoles muestran ante el escenario actual. Tal y como se desprende de una encuesta reciente realizada por Kantar, donde un 44% de los consumidores ha reconocido estar “muy preocupado” por una posible afectación del paro de transportistas en sus compras habituales.
Sobre el posible impacto del conflicto en Ucrania en su situación en el futuro el hogar, nueve de cada 10 españoles asegura estar “preocupado”, mientras que solo cuatro de cada 10 hogares afirma buscar promociones en productos de gran consumo y otro 40% asegura reducir su gasto en consumo fuera del hogar.
MERCADONA Y CARREFOUR, LAS QUE MÁS CRECEN
A nivel de canales, los datos muestran que la distribución organizada ha aumentado en 4 puntos su peso respecto a 2021, hasta llegar al 75%, lo que se debe a la búsqueda, por parte del comprador, de alimentos y bebidas no perecederos o envasados, que han pasado a representar el 48,4% de la cesta de la compra de gran consumo, en comparación al 44% registrado en las mismas semanas del año anterior. En lo que a enseñas se refiere, Mercadona y Carrefour son las que más crecen.
La gestión de los precios será uno de los elementos clave de este año. La última tasa de variación anual del IPC muestra un incremento de los precios que afecta tanto a las marcas de distribuidor como a las de fabricante.
No obstante, las de fabricante tienen una mayor sensibilidad que las de distribuidor, que registran un leve repunte en sus cuotas, empujadas también por una mayor oferta de su surtido por parte de los distribuidores.
En cualquier caso, como consecuencia de la actual situación inflacionaria, todas las cadenas han empezado a trasladar los incrementales en el precio de sus productos. Así, Lidl y Mercadona, a pesar de ser dos de los distribuidores con mayor resistencia al incremento, tampoco han podido contener dicha subida.
Entre las categorías que más han notado este aumento desde el 6 de marzo, destacan el aceite, que ha aumentado su precio en un 303% con respecto al mismo periodo de 2021, la pasta, que lo ha hecho en un 183% y los arroces y la leche, con un incremento del 181% y del 145%, respectivamente.
Respecto a los hogares, todos los tipos han incrementado su gasto, siendo los jóvenes de menos de 35 años quiénes han invertido más en sus compras, concretamente un 20% más que el año anterior.