Por el lado contrario, destaca el mal desempeño del sistema educativo y del mercado laboral
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La igualdad de oportunidades en España es mejor que la existenteen promedio tanto en la OCDE como en la UE, situándose entre los países con mayor movilidad social del mundo medida en términos de movilidad intergeneracional de ingresos, según el indicador del Instituto de Estudios Económicos (IEE) publicado este jueves.
España se sitúa en la posición 12 de las 30 economías analizadas, con 101,7 puntos, y por tanto por encima del promedio de la UE (100 puntos) y la OCDE (99,4 puntos), mostrando así un buen comportamiento en cuanto a movilidad social e igualdad de oportunidades al compararlo en un contexto internacional.
La posición de España en los indicadores de movilidad social se ve lastrada, no obstante, por el mal desempeño del sistema educativo y del mercado laboral, según ha explicado el presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa, en rueda de prensa para presentar el estudio ‘Empresa, igualdad de oportunidades y progreso social’.
LOS PAÍSES NÓRDICOS LIDERAN EL RANKING MUNDIAL
Son los países nórdicos los que lideran el ranking, encabezado por Dinamarca, y seguido por Noruega, Finlandia y Suecia. Paradójicamente, países como Estados Unidos, tradicionalmente considerados como “tierra de oportunidades”, presentan, con 87,5 puntos, unos resultados sensiblemente inferiores a los de España. Y lo mismo se produce para el caso de Alemania, con 85,5 puntos; de Francia, con 84,4 puntos; o de Italia, con 79,8 puntos, entre las economías más relevantes de la Unión Europea.
El presidente del IEE ha explicado que el verdadero progreso social es la consecución de un incremento generalizado del nivel de vida y de una reducción de la pobreza al mínimo posible. Para lograrlo, una sociedad debe aspirar a configurar un clima y una estructura de incentivos que sea adecuada para generar riqueza, empleo y prosperidad.
“Cuando se trata de progreso social, el crecimiento económico y la igualdad de oportunidades van de la mano y se retroalimentan. Un mayor crecimiento económico supone mejores oportunidades, y mejores oportunidades redundan en un mayor crecimiento económico”, ha explicado.
“LOS ALTOS COSTES DE DESPIDO FRENAN EL ASCENSOR SOCIAL”
En su opinión, la igualdad de oportunidades es una cuestión de equidad y cohesión social, pero, también es una cuestión de eficiencia económica. Así, considera que la búsqueda de la libertad y de la igualdad de oportunidades favorece la eficiencia económica y la equidad, y es “compatible” con la defensa del derecho de propiedad privada y el derecho a la libertad de empresa.
Para el IEE, aún existen “elevados costes de despido” a pesar de la reforma laboral de 2012, lo que “frena el ascensor social y el proceso de integración de los jóvenes en el mercado laboral”.
En este sentido, el Instituto ha destacado que la empresa es determinante en la consecución de una mayor libertad e igualdad de oportunidades, y, por tanto, del progreso social.
“Una mayor actividad empresarial redundará en mayores oportunidades de empleo, tanto en cantidad como en calidad, en la medida en que la empresa es el principal generador de empleo en una sociedad, lo que permitirá a aquellos individuos que sean empleados mejorar sus condiciones socioeconómicas y perseguir sus proyectos vitales”, ha destacado.
Para Fernández de Mesa, el fomento de la iniciativa empresarial incrementa las oportunidades para que un individuo, sea cual sea su origen, pueda mejorar su nivel socioeconómico, mediante el emprendimiento o el autoempleo, a través del esfuerzo por llevar a cabo buenas ideas y modelos de negocio que satisfagan las necesidades de los consumidores.
LA IGUALDAD DE RESULTADOS BLOQUEA EL CRECIMIENTO
De manera opuesta, el IEE ha advertido de la igualdad de resultados, en la práctica contraria a la mejora de eficiencia económica y a la equidad real, tanto que bloquea los incentivos al crecimiento y antepone una visión igualitarista frente al mérito, el talento y el esfuerzo.
Esto también es incompatible con las instituciones básicas de propiedad privada y libertad de empresa, en tanto que la intervención que precisa para su cumplimiento tiende a “cuestionar y entorpecer” el adecuado funcionamiento de dichos pilares.
“De este modo, se da la paradoja de que, en este intento de corregir la desigualdad, al provocar la pérdida de los incentivos que guían el proceso de generación de riqueza y de empleo, se termina transformando un problema relativo, la desigualdad, por otro absoluto e incuestionablemente peor, la pobreza”, ha apuntado.
Para favorecer la verdadera equidad, que es la resultante del juego del progreso y la movilidad social, el Instituto aboga por priorizar las políticas redistributivas ex ante, es decir, por la búsqueda de la igualdad de oportunidades, ya que tienen efectos sobre el crecimiento positivos.
FOMENTAR LA COLABORACIÓN ENTRE EL SISTEMA EDUCATIVO Y LA EMPRESA
Desde la perspectiva de consolidar un mejor sistema de igualdad de oportunidades en España como palanca de progreso económico y social, para el IEE se deben actuar en el mercado de trabajo y el sistema educativo.
A este respecto, el presidente del IEE ha señalado que el desempleo es el principal determinante de desigualdad en España, explicando los cambios en el desempleo más del 80% de las variaciones en la desigualdad. “Por ello, nadie puede cuestionar que se pueda decir que la política social más prioritaria sea la creación de empleo”, ha recalcado.
Por otra parte, el Instituto ve esencial aumentar la calidad del sistema educativo para mejorar la igualdad de oportunidades, no solo facilitando el acceso a la educación, sino apostando por que sea competitiva y de calidad.
Además, considera que se debe fomentar la colaboración entre el sistema educativo y la empresa, con el fin de adaptar la formación a las necesidades del mercado laboral, facilitando esa transición de los jóvenes entre educación y empleo.