La región afronta una recuperación en un entorno “muy incierto” por la guerra, la inflación y la desaceleración de china, según Banco de España
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El aumento de los precios de algunas materias primas observado en los últimos trimestres a raíz de la guerra en Ucrania supone “una perturbación positiva” en términos de intercambio para algunos países de Latinoamérica, según recoge el Informe de la economía latinoamericana correspondiente al primer semestre publicado por el Banco de España.
El documento sostiene que, en las semanas posteriores al inicio de la guerra en Ucrania, el ‘shock’ a los términos de intercambio resultó positivo para Argentina, Brasil, México y, especialmente, Colombia; pero al mismo tiempo negativo para Chile y Perú, como consecuencia de la mayor dependencia de la energía por parte de estos dos países y de un comportamiento menos favorable de las materias primas en las que son exportadoras netas.
No obstante, el Banco de España aclara que los desarrollos recientes están contribuyendo a reforzar la escalada inflacionista, que ya venía siendo más intensa en la región que a nivel global. En este sentido, el potencial impulso sobre la actividad derivada del ‘shock’ positivo en los términos de intercambio se estaría viendo compensado, al menos en parte, por la erosión de las rentas reales y por el endurecimiento de las condiciones monetarias que ha tenido lugar como consecuencia del repunte de la inflación.
El informe incide en que el aumento de los precios de consumo ha acentuado su tendencia alcista en la región, de forma que la inflación alcanzó una tasa interanual del 9,8% en mayo. Dicha cifra, que es cercana al mayor registro de las dos últimas décadas que se alcanzó en abril, se encuentra por encima de la tasa del 8,8% observada en mayo para el conjunto de economías emergentes, excluida China.
Por componentes, el aumento en el nivel de los precios de consumo entre enero de 2020 y mayo de 2022 ha sido especialmente acusado en el caso de los alimentos (28,2%) y de la energía (17,4%).
En este escenario, las expectativas de inflación a corto plazo se han elevado en la región, al igual que en las principales economías, y las tasas previstas para diciembre de este año se sitúan ampliamente por encima de los objetivos de los bancos centrales de la región.
No obstante, los analistas esperan que el aumento de los precios en los países de Latinoamérica, y a escala global, se modere a lo largo de los próximos trimestre. En particular, para finales de 2023, las expectativas de inflación en las principales economías latinoamericanas se encuentran en el límite superior de los rangos de referencia de sus bancos centrales.
UNA RECUPERACIÓN EN UN ENTORNO “MUY INCIERTO”
Por otro lado, el documento sostiene que la recuperación económica de América Latina continúa avanzando tras la superación de la fase más aguda de la pandemia, aunque en un entorno “muy incierto” como consecuencia de la guerra en Ucrania, la desaceleración de la economía china y las presiones inflacionistas.
El organismo explica que la recuperación de la actividad económica se impulsó durante los últimos trimestres de 2021, de manera que, al cierre de dicho ejercicio, el PIB de las principales economías de la región ya había alcanzado su nivel previo a la pandemia, con la excepción de México.
Sin embargo, desde el comienzo del conflicto bélico en Ucrania las perspectivas de crecimiento de las economías latinoamericanas se han revisado a la baja, aunque solo ligeramente y en menor medida que las de otras áreas económicas. Según el consenso de los analistas, tanto en 2022 como en 2023, el PIB del conjunto de América Latina crecerá en torno a un 2%.
En cualquier caso, el informe apunta que estas tasas de crecimiento siguen estando “notablemente por debajo” de las proyectadas para otras áreas emergentes, como la asiática.
Asimismo, dentro de la región se espera una elevada heterogeneidad en el ritmo del avance del PIB por países, con tasas que van desde el 1,3% previsto para Brasil hasta el 5,5% de Colombia.
POLÍTICA MONETARIA
El informe apunta en el lado de la política monetaria que los principales bancos centrales latinoamericanos ha respondido al repunte de la inflación de forma más rápida e intensa que en otras regiones emergentes y que en otros ciclos de normalización previos, lo que habría contribuido a mantener ancladas las expectativas de inflación a largo plazo.
De hecho, en países como Brasil y Chile los tipos de interés reales indicarían ya un tono “claramente restrictivo” de la política monetaria, al situarse por encima de los tipos de interés neutrales calculados por los propios bancos centrales.
En cualquier caso, la intensificación del proceso de normalización de la política monetaria en las economías avanzadas –especialmente en Estados Unidos– podría condicionar sensiblemente las perspectivas macrofinancieras de la región.
En particular, un aumento no anticipado de los tipos de interés en Estados Unidos tendría efectos adversos significativos sobre las condiciones macrofinancieras de los países de América Latina.
A pesar de esta coyuntura tan incierta, el Banco de España apunta que los mercados financieros de la región han mantenido una dinámica relativamente positiva en los últimos meses, al tiempo que el crédito bancario se ha recuperado.
Por su parte, los principales indicadores disponibles muestran que la situación del sector bancario se mantiene sólida. Las vulnerabilidad externas de las economías latinoamericanas se encuentran, en general, contenidas.
DETERIORO EN INDICADORES DE VULNERABILIDAD DE CUENTAS PÚBLICAS
En cambio, se ha producido un deterioro de los indicadores de vulnerabilidad relativos a las cuentas públicas, una situación que podría prolongarse ante la ausencia de planes de consolidación fiscal de medio plazo en una gran mayoría de países.
Asimismo, persiste el riesgo de un aumento de la inestabilidad social e institucional –por ejemplo, como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido los hogares más vulnerables en los últimos trimestres debido al repunte de la inflación–, lo que podría lastrar las perspectivas de crecimiento de la región y dificultar la puesta en marcha de reformas económicas de calado.
En todo caso, el informe asegura que se mantienen algunos colchones de seguridad importantes, a nivel tanto interno como externo. En el ámbito nacional, el nivel de ahorro del sector privado y las remesas internacionales de los bancos centrales latinoamericanos se encuentran, en términos generales, próximos a su media histórica.
En el ámbito internacional, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones multilaterales o regionales mantienen varios documentos que están disponibles para dar apoyo financiero a los países de la región en caso de necesidad.
Por otra parte, la Reserva Federal de Estados Unidos dio acceso a Brasil y a México a sus líneas ‘swap’ para obtener dólares en el contexto de la pandemia. Aunque estas vencieron a finales de 2021, cabría esperar que volvieran a activarse en caso de necesidad.