MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) prevé un año de estabilidad y continuidad en las compraventas de vivienda, con una tendencia al alza aunque sin vislumbrar una burbuja en el sector, según concluye la encuesta ‘Perspectivas del Comportamiento de las Compraventas en 2022’.
El 43,1% de las 519 inmobiliarias encuestadas estima que el número de operaciones a cierre de año será superior al de 2021, mientras que el 42,7% cree que será igual. Solo el 14,17% pronostica que será inferior.
El balance de crecimiento se sitúa en un promedio del 4,3%, según las respuestas de las inmobiliarias participantes. Además, de esta encuesta se concluye, también, que el 58,73% de las agencias inmobiliarias asegura que el mercado ha mostrado un comportamiento normalizado en 2021, tendencia que se mantendrá este 2022.
Por su parte, un 41,31% opina de manera contraria ya que, según sus respuestas, el mercado sigue alterado por la pandemia y sin alternativas de inversión atractivas.
La encuesta también analiza el impacto de esta sexta ola en el sector inmobiliario, aunque cerca del 60% de las inmobiliarias descarta que haya tenido algún efecto en las transacciones del cuarto trimestre de 2021. Por el contrario, un 40,85% sostiene que ha notado un descenso de las operaciones a causa de ómicron.
SIN PERSPECTIVAS DE BURBUJA
El 81,12% de las inmobiliarias no observa señales de que pueda producirse una burbuja en el sector. Entre las razones que citan para descartar esta posibilidad está que los bancos tengan establecidos mayores sistemas de control a la hora de conceder hipotecas y que la coyuntura de subida de precios está alejada de los niveles de 2007.
Aún así, consideran que los precios seguirán al alza en este ejercicio, sobre todo en las grandes ciudades, aunque de forma moderada y por debajo de la inflación.
A pesar de que la mayoría de las agencias no observa señales de burbuja, un 18,8% de las participantes percibe el riesgo, atribuido a un endeudamiento excesivo por parte de los compradores ante el crecimiento del IPC.
A la hora de comprar, el perfil mayoritario se corresponde con un propietario que busca vivienda para uso residencial propio y, en menor medida, como inversión. El comprador que recurre a los inmuebles como inversión es mayoritariamente nacional.