La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) baraja una hoja de ruta de retirada de estímulos (‘tapering’) que incluiría un descenso mensual en el ritmo de compras netas de activos de 15.000 millones de dólares, según se desprende de las actas de la última reunión de política monetaria del organismo, celebrada en el mes de septiembre.
Actualmente, la Fed acude cada mes a los mercados para comprar 120.000 millones de dólares en activos. De esa cifra, 80.000 millones se emplean en comprar bonos del Gobierno, mientras que otros 40.000 millones se destinan a la adquisición de titulizaciones hipotecarias.
En la reunión de septiembre, el personal técnico de la Fed planteó una reducción mensual a razón de 10.000 millones de compras de bonos y 5.000 millones de titulizaciones. Según las actas, la mayoría de participantes consideraron que este ritmo de ‘tapering’ era “apropiado”, y algunos señalaron que informar al mercado de forma anticipada de las reducciones de compras podría reducir el riesgo de reacciones adversas ante las moderaciones en el ritmo de compras. Por otro lado, las actas también indican que varios participantes del encuentro de política monetaria preferían un ritmo más rápido en la reducción de estímulos.
Las reuniones en las que se decide la política monetaria de la Fed están organizadas por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés). A dichas reuniones asisten de forma permanente los miembros de la Junta de Gobernadores de la Fed, mientras que los 12 presidentes de los bancos regionales que conforman la Fed se turnan en su asistencia.
En el cónclave de septiembre no se adoptó ninguna decisión, pero los participantes consideraron apropiado que el proceso de reducción de compras concluyera a mediados de 2022. Además, en caso de que el ‘tapering’ se acuerde en la reunión de noviembre, tal y como adelantó el presidente de la Fed, Jerome Powell, el mes pasado, las reducciones de 15.000 millones podrían empezar a mediados de noviembre o diciembre.