MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea afronta la llegada del próximo invierno “todo lo preparada que se puede esperar”, según ha asegurado la directora general de Energía de la Comisión Europea, Ditte Juul Joergensen, a pesar de que persiste la crisis energética agravada por la invasión rusa de Ucrania, además del riesgo de otros factores fuera del control europeo, como el esperado repunte de la demanda de China.
“Estamos todo lo preparados que se puede esperar. En cuanto al invierno próximo y a los siguientes”, ha asegurado la funcionaria comunitaria en su intervención en un acto organizado por Nueva Economía Fórum. “Hemos hecho todos nuestros deberes”, ha resumido.
En este sentido, Joergensen ha destacado que la UE ahora dispone de las herramientas necesarias para abordar mejor la crisis y de las infraestructuras necesarias para importar el GNL que haga falta, además de contar a estas alturas con un nivel de combustible almacenado muy alto.
“Vamos a llegar al próximo invierno a tope de gas y con niveles mucho más altos también de energías renovables en nuestro sistema”, ha destacado, añadiendo que las inversiones acometidas van a ayudar a ser más seguros y más eficientes en materia energética, incluido el mecanismo para las compras conjuntas de gas que otorga a la UE una posición mucho más competitiva en el mercado.
Sin embargo, la danesa ha subrayado que Europa aún sigue inmersa en una crisis energética en la que todavía existen los problemas del año pasado, por lo que ha instado a seguir ahorrando energía y ser más eficientes en su consumo.
Asimismo, ha advertido de que existen otros factores fuera del control europeo, como la evolución de la demanda china, que se espera que se incrementará con fuerza tras la reapertura al finalizar las restricciones por la Covid-19, aunque todavía no se ha registrado un aumento significativo, así como el riesgo para las infraestructuras críticas.
“Estamos todo lo preparados que podemos estar, pero vamos a seguir vigilantes y utilizando cuidadosamente la energía que tenemos y acelerando el despliegue de las renovables para seguir estando en una posición segura”, ha apostillado.
REFORMA DEL MERCADO ELÉCTRICO.
Por otro lado, la funcionaria europea ha destacado la necesidad de introducir “algunos ajustes” en el diseño del mercado eléctrico europeo, subrayando la importancia de combinar cierta certidumbre para los inversores y la protección de los consumidores respecto de la volatilidad de los precios.
“Tenemos un muy buen diseño del mercado, pero el diseño actual, pues quizás necesita algunos ajustes”, ha defendido en referencia a la fuerte volatilidad de los precios provocada el año pasado por la crisis del gas, así como al impacto de algunas de las medidas a corto plazo introducidas a nivel nacional que podían cuestionar el funcionamiento del mercado y crear ciertas incertidumbres.
De este modo, Joergensen ha considera necesaria una respuesta más común a los desafíos para proteger a los consumidores frente a la volatilidad en los incrementos de precios a corto plazo y también crear una cierta certidumbre para los inversores.
“Lo que queremos es crear un mercado que sea más previsible, más estable, donde los precios sean más estables”, ha afirmado en referencia a que los proveedores sepan que tendrán un retorno correcto para poder seguir invirtiendo y acceder al capital que necesitan, pero también favorecer a los consumidores, incluso a los consumidores industriales, para que puedan tener previsibilidad sobre cuál será el coste de su energía.
Asimismo, ha indicado que también se han sugerido otros elementos que deben incluirse en el diseño del mercado eléctrico para incentivar las renovables y abordar su complejidad, pues se trata de un suministro un poco intermitente, así como también respecto del uso y el consumo del gas, que ha bajado mucho gracias a las medidas adoptadas, pero también porque los precios eran muy elevados.
“Ahora que los precios han bajado, hay un riesgo de que la demanda del gas vuelva a subir en ese contexto y tenemos que asegurarnos de tener un marco correcto para que también los consumidores vayan a por la energía renovable y no tanto por el gas”, ha defendido.
A este respecto, la danesa ha recordado que la introducción de un tope a los ingresos fue una medida necesaria en la crisis porque los precios eran demasiado altos y los hogares y empresas estaban padeciendo muchísimo.
“Ahora estamos analizando si existe una necesidad de que estas medidas sigan en vigor o no. La situación de precios ahora es muy diferente de la que era el año pasado”, ha apuntando, añadiendo que los cambios sugeridos en el diseño del mercado eléctrico buscan ofrecer soluciones más estructurales.
“Esta cuestión la vamos a analizar dentro de ese contexto y vamos a plantear una propuesta en los próximos meses en cuanto a si realmente merece la pena mantener esta medida o si la respuesta más estructural en el diseño del mercado eléctrico es la más adecuada”, ha concluido.
ASPECTOS DISCRIMATORIOS DE AYUDAS DE EE.UU.
Asimismo, la directora general de Energía de la Comisión Europea ha señalado la importancia del diseño del mercado eléctrico a la hora de atraer inversores a Europa, particularmente al sector de renovables, así como la necesidad de acelerar los procedimientos para las concesiones de licencias y reducir los cuellos de botella.
“El aspecto más importante es asegurarnos de tener un clima de inversiones estable, porque si creamos incertidumbres respecto de hacia dónde vamos, en cuanto al marco jurídico, pues eso va a ahuyentar a los inversores”, ha señalado.
Por otro lado, en cuanto a la legislación aprobada en Estados Unidos, la danesa considera una buena noticia que la mayor economía mundial esté invirtiendo en la transición verde y que se implique en la guerra contra el cambio climático.
En este sentido, ha destacado que las inversiones que se están dando ahora en Estados Unidos van a contribuir a reducir costes y a innovar, lo que es positivo en sí mismo y es muy similar a lo que está haciendo la UE con el ‘Green Deal’.
“Ahora, la gran diferencia entre lo que está haciendo Estados Unidos y lo que estamos haciendo nosotros es que Estados Unidos ha puesto ciertos requisitos domésticos”, ha apuntado la funcionaria. “Hay aspectos de esta ley que son discriminatorios y este es un problema”, ha añadido.
Sobre estas diferencias, por lo tanto, ha subrayado la necesidad de seguir dialogando con Estados Unidos para intentar abordar este problema que se garantice la igualdad de condiciones para todos los actores. “Estamos trabajando con ellos para intentar abordar esos puntos y esperamos que sea posible hacerlo”, ha añadido.