MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha elaborado un trabajo en el que destaca que el funcionamiento de la Seguridad Social bajo el criterio de caja única “ha permitido mutualizar las amplias y profundas diferencias territoriales de renta, empleo y envejecimiento de la población en las comunidades autónomas”, gracias a las transferencias del Estado, sustentadas en los impuestos generales de los territorios de régimen común, y en la emisión de deuda pública.
El estudio, realizado por Miguel Ángel García, calcula el saldo del componente contributivo del sistema de Seguridad Social por CCAA y se desglosa en varios factores que recogen el impacto de la demografía y la cuantía media de las pensiones y las cotizaciones. Los cálculos se realizan con datos de 2021, que es el último ejercicio para el que está disponible toda la información necesaria.
Según este trabajo, la Seguridad Social “juega un papel preeminente en la cohesión territorial en España” al facilitar prestaciones iguales para todas las personas que cumplen las mismas condiciones de acceso, sin tener en cuenta su lugar de residencia.
Esta tarea, señala Fedea, se ha visto acompañada de un “progresivo deterioro” de las finanzas de la Seguridad Social, como refleja el déficit obtenido en 2021 en su componente contributivo, que cifra en 33.374 millones de euros, el 2,8% del PIB.
Según este estudio, en 2021 todas las comunidades presentaron un déficit por este concepto, con excepción de Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que alcanzaron un leve saldo positivo.
Las tasas de cobertura del sistema contributivo de pensiones, esto es, el cociente entre los ingresos netos por cotizaciones (tras descontar el gasto en otras prestaciones contributivas) y otros ingresos propios del sistema (pero sin transferencias del Estado) y el gasto en pensiones, “varía enormemente” entre comunidades en torno a una media nacional de 0,77, apunta Fedea.
En este sentido, las comunidades de Asturias (0,42), Galicia (0,57), Cantabria (0,60), País Vasco (0,60), Castilla y León (0,61), Extremadura (0,62), Aragón (0,73) y Andalucía (0,73) muestran una tasa de cobertura por debajo del promedio nacional. Todas ellas, con excepción del País Vasco, presentan una renta por habitante inferior a la media estatal.
“Así, el componente contributivo de la Seguridad Social permite un intenso proceso de redistribución territorial de la renta en España, si bien no siempre se realiza a favor de las comunidades autónomas con menor renta”, subraya el estudio.
Fedea advierte del riesgo de deterioro del saldo del componente contributivo de la Seguridad Social derivado del envejecimiento de la población y del “reducido” crecimiento de la productividad, con un impacto diferente en las comunidades autónomas.
“Durante las próximas décadas, el conjunto de España se parecerá cada vez más a Asturias, que es en la actualidad la región con un mayor peso de la población de 65 o más años en la población total y el menor número de afiliados a la Seguridad Social por persona mayor de 65 años. El efecto sobre la situación financiera del sistema será muy negativo”, avisa.
Como referencia, Fedea señala que si la tasa de cobertura nacional hubiera sido igual a la asturiana en 2021, el déficit contributivo total del sistema de pensiones habría aumentado en torno a 50.000 millones de euros, hasta algo más de 84.000 millones.