En el medio y largo plazo, la AIReF proyecta una evolución de la ratio de deuda sobre el PIB desfavorable
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) prevé una disminución en la ratio de deuda sobre PIB de 2,6 puntos sobre el nivel registrado en 2022, que situarían la ratio en el 110,6% a finales del año.
Esta previsión mejora la presentada por el Gobierno en el borrador de Plan Presupuestario para 2023 del 112,4%, que está en línea con las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea.
El organismo independiente que preside Cristina Herrero ha publicado este viernes el Observatorio de Deuda, actualizado tras conocer el dato de cierre del año 2022, en el que la ratio española se situó en el 113,2%, lo que supone una reducción de 5 puntos en el año y un incremento de 15 puntos respecto al nivel previo a la pandemia.
La reducción de la ratio en 2022 ha sido significativa y superior a las previsiones de los distintos organismos nacionales e internacionales, incluida la AIReF, como consecuencia entre otros factores de una contribución más elevada del crecimiento.
La contracción del elevado déficit público, el rebote de la actividad y una inflación mucho más alta de lo esperado han logrado corregir aproximadamente un tercio del incremento de la deuda provocado en el primer año de la pandemia y situar a la ratio en una clara senda descendente.
La AIReF prevé que el déficit público seguirá contribuyendo al incremento de la deuda de una manera similar al 2022 y la reducción de la ratio vendrá sustentada principalmente por el crecimiento nominal del PIB, donde el deflactor tendrá una contribución muy notable.
Según los cálculos de la AIReF, de los 15 puntos de incremento en los últimos tres años, el déficit público ha contribuido con una aportación de 21,8 puntos, compensada parcialmente con el deflactor del PIB en 8,6 puntos, mientras que la aportación del crecimiento real ha sido prácticamente nula en ese periodo. La Administración Central y los Fondos de la Seguridad Social han asumido prácticamente la totalidad del incremento de deuda de los tres últimos años, al financiar la mayor parte de los gastos asociados a la pandemia.
2022: PUNTO DE INFLEXIÓN EN LA EVOLUCIÓN DE COSTES DE FINANCIACIÓN
En el Observatorio, la AIReF constata que el año 2022 ha supuesto un punto de inflexión en la evolución de los costes de financiación. El entorno de bajos tipos de interés de los últimos años ha dado un giro brusco ante la reacción de los bancos centrales para frenar la inflación. El aumento de las rentabilidades ha sido un fenómeno global, aunque cabe destacar que la deuda española ha mantenido su diferencial respecto a la alemana, en el entorno de los 100 puntos básicos, que en términos históricos es relativamente bajo.
El coste medio de la cartera de deuda del Estado ha aumentado desde su mínimo histórico del 1,64% hasta el 1,73% y el gasto por intereses del total de las AAPP se ha incrementado 5.550 millones en 2022, hasta un total de 31.595 millones, el 2,4% del PIB.
En este sentido, el organismo explica que, aunque la elevada vida media de la cartera de deuda hace que la traslación de los mayores tipos de emisión se produzca de forma gradual, el fuerte incremento de la carga financiera se ha producido como consecuencia de la revalorización de la cartera de deuda ligada a la inflación, que supuesto más de 8.000 millones.
Por otro lado, la AIReF apunta a que el fuerte crecimiento de la economía ha posibilitado que la carga financiera medida como porcentaje del PIB haya crecido de forma más moderada, registrando un punto de inflexión tras una continuada reducción durante ocho años.
Según el Observatorio de la AIReF, la deuda del Estado presenta un riesgo de refinanciación bajo. El perfil de vencimientos de la deuda del Estado muestra unas necesidades de financiación bien distribuidas a lo largo de los próximos años, con vencimientos moderados en el corto plazo y una distribución granular en el medio y largo plazo, sin concentración de vencimientos en ningún año.
LA REDUCCIÓN DE LA DEUDA SOBERANA DEL BALANCE DEL BCE, UN RETO
Los distintos programas de compras de activos públicos del BCE iniciados en 2015 e intensificados en 2020 y 2021 han convertido al Banco de España en uno de los principales tenedores de la deuda pública española, incrementando 25 puntos su cuota de participación en el total de la deuda en los últimos años hasta el entorno del 35%.
La AIReF considera que, en el largo plazo, la reducción de la deuda soberana del balance del BCE puede suponer un reto importante no exento de riesgos, al exigir el regreso de buena parte de la base inversora residente que se ha visto desplazada durante los últimos años.
Tal y como recoge la AIReF en el Observatorio, el nuevo ciclo monetario y el elevado nivel de deuda sitúan la sostenibilidad de las finanzas públicas en un punto de partida de gran vulnerabilidad. En los próximos años se espera un retorno relativamente rápido, desde el mínimo del 0% registrado en 2021, a unos tipos medios para las nuevas emisiones del 3%. Esta evolución de los tipos de interés está generando un punto de inflexión en el coste medio total de la deuda, que comenzará una senda al alza desde el mínimo del 1,9% hasta un entorno del 3% en el medio plazo.
EVOLUCIÓN DE LA RATIO DE DEUDA SOBRE EL PIB DESFAVORABLE
En el medio y largo plazo, la AIReF proyecta una evolución de la ratio de deuda sobre el PIB desfavorable. A partir de las proyecciones publicadas recientemente en la ‘Opinión sobre la sostenibilidad de las administraciones públicas a largo plazo’, la AIReF proyecta en su escenario base una ratio de deuda creciente tras un periodo inicial de cierta estabilización.
El deterioro del saldo primario proyectado a partir de 2030 como consecuencia del envejecimiento de la población hará que la deuda retome una senda ascendente que se irá acelerando hasta un máximo del 186% del PIB en 2070. En paralelo, la carga financiera mantendrá una dinámica desfavorable incluso en un escenario de contención del coste de la deuda.
Los escenarios más favorables no consiguen disminuir la ratio de deuda por debajo del 100% del PIB en el medio plazo, aunque sí logran mantener la ratio estabilizada durante un periodo más largo y proyectan a futuro unos niveles de deuda inferiores.