Pide preparar las reformas “de forma cuidadosa y transparente, involucrando a todos los partes interesadas”
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha advertido de que “las inconsistencias” entre los regímenes regulatorios “podrían crearincertidumbre” para los inversores y hacer “menos atractivo” un sector como el de las renovables, por lo que ha defendido que se graven las ganancias extraordinarias por las ventas de energía en el mercado mayorista y no por los ingresos.
En su informe anual sobre el sector de las renovables, el organismo subraya que la regulación actual permite a los países miembros definir sus propios topes de precios así como mecanismos de recuperación de beneficios o ingresos, en función de las condiciones nacionales, aunque aboga por la fórmula de gravar los beneficios extraordinarios y no los ingresos, defendida por Bruselas.
En el caso del Gobierno español, se ha mantenido en su propuesta inicial de aplicar el gravamen sobre los ingresos, y no sobre los beneficios, aunque sí se han incluido modificaciones para que el impuesto no afecte a aquellos ingresos donde el suministro sea a precio regulado, o se exoneren los ingresos regulados de las redes de transporte y distribución de electricidad y gas natural, entre otros.
Asimismo, la AIE destaca el diferente comportamiento observado entre la evolución de los ingresos y beneficios de las principales empresas del sector energético europeo, donde no todas las empresas han experimentado fuertes incrementos de beneficios al tener que hacer frente también a incrementos de costes sustanciales.
En este respecto, señala que los estados financieros de las grandes eléctricas europeas indican mayores ingresos como resultado de los altos precios de los combustibles fósiles y la electricidad en la primera mitad de 2022 en comparación con el mismo período en 2021, aunque añade que, a diferencia de las grandes empresas de petróleo y gas, “mayores ingresos para las ‘utilities’ europeas no siempre se han traducido en ganancias en los últimos meses, porque las ‘utilities’ tienen perfiles de negocios diversos, lo que les permite para compensar las pérdidas en un segmento de negocios con las ganancias de otro”.
EL RIESGO DE HACER MENOS ATRACTIVA LA INVERSIÓN
Por ello, cree que las medidas regulatorias tomadas por distintos gobiernos hacen menos atractiva la inversión en energías renovables, ya que, además de los desafíos específicos de la tecnología que impiden una expansión más rápida de energías renovables, “protegiendo a los consumidores vulnerables a través de las intervenciones de mercado (como los límites máximos del mercado mayoristas y los impuestos a las ganancias extraordinarias) afectan las inversiones en energías renovables en los próximos meses”.
Además, afirma que, a pesar de que la actual crisis energética también ha suscitado nuevos debates en el seno de la Unión Europea sobre el futuro diseño del mercado de la electricidad, las reformas que se adopten se deben preparar “de forma cuidadosa y transparente, involucrando a todos los partes interesadas”. “El fracaso en este sentido podría aumentar la incertidumbre de los inversores y ralentizar expansión”, añade.
Además, la AIE advierte como otro reto como el crecimiento en la instalación de nueva capacidad y la transición puede verse entorpecido por el cuello de botella de la obtención de permisos para la puesta en funcionamiento de los proyectos renovables y la necesidad de redes más robustas.
En su informe, la AIE destaca que la crisis energética mundial está impulsando una fuerte aceleración en las instalaciones de energía renovable, con un crecimiento de la capacidad total en todo el mundo que casi se duplicará en los próximos cinco años.
La energía renovable está superando al carbón como la mayor fuente de generación de electricidad para 2025 y ayudando a ‘mantener viva’ la posibilidad de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.
Además, considera que las preocupaciones sobre la seguridad energética causadas por la invasión rusa de Ucrania han motivado a los países a recurrir cada vez más a las energías renovables, como la solar y la eólica, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados, cuyos precios se han disparado drásticamente.