MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La Asociación Hipotecaria Española (AHE) no espera que se produzca una “fuerte contracción” de los niveles de contratación de crédito hipotecario, pero sí una “moderación”, tras registrar unos meses de fuerte reactivación, según el informe sobre el crédito hipotecario en el primer semestre del año que ha publicado este lunes.
La asociación indica que la combinación de una subida prolongada de los tipos de interés y el alza generalizado de los precios podría contribuir a moderar en parte la “favorable” trayectoria que ha mostrado hasta ahora la actividad hipotecaria.
“El contexto de incertidumbre actual obliga a las entidades a extremar la prudencia a la hora de conceder financiación, pues hay que recordar que el incremento del coste de la vida que inevitablemente comporta la coyuntura actual afecta a la renta disponible de las familias, dificultando el acceso a aquellos perfiles crediticios menos solventes que cuentan con una capacidad de endeudamiento menor”, explica el informe.
Sin embargo, no espera esa fuerte contracción en los niveles de contratación, sino una moderación porque, además, el mercado hipotecario se nutre “en gran medida” de perfiles orientados a la vivienda de reposición, los cuales contarían generalmente con una situación financiera “más sólida”.
Con respecto a la evolución de la concesión de hipotecas durante la primera parte del año, la AHE destaca que se ha mantenido por segundo ejercicio consecutivo con tasas de actividad positivas, tras superar la ralentización que supuso la pandemia de Covid-19.
Indica que el endurecimiento de las condiciones de financiación de los préstamos dentro del entorno inflacionista actual no parece hacermella en los resultados conocidos hasta el momento, puesto que, de hecho, el progresivo incremento de los tipos de interés como respuesta a la normalización de la política monetaria podría haber actuado como “catalizador”, precipitando algunas operaciones de financiación.
En total, en los ocho primeros meses de 2022, el volumen concedido, que ronda los 45.000 millones de euros, supera la producción anual de los últimos diez años, con la excepción del ejercicio de 2021, cuando se formalizaron casi 60.000 millones de euros en hipotecas. Aun así, en términos interanuales, la producción acumulada de 2022 rebasa en un 15% a la observada en el mismo periodo del año anterior.
Pese al dinamismo del mercado, el saldo de la cartera hipotecaria acumula un nuevo descenso. De hecho, en términos de ‘stock’, las entidades de depósito que operan en España han declarado conjuntamente una disminución del 1% del saldo hipotecario a junio de 2022, lo que viene siendo unos 6.500 millones de euros menos, desde los 631.345 millones de euros observados a junio de 2021 hastalos 624.833 millones1 contabilizados un año después.
La AHE atribuye esta evolución fundamentalmente al segmento de bancos y cajas, cuyo saldo acusó un descenso interanual del 1,6%, algo más pronunciado que el del ejercicio previo, aunque desde una perspectiva global la caída fue más moderada. Por su parte, las cooperativas de crédito, con un volumen en valores absolutos inferior, se anotaron un incremento del 4,0%, dando continuidad así a los registros positivos observados en los últimos 12 meses.
La AHE entiende que la evolución negativa que en términos agregados mostró el balance hipotecario fue el resultado de la evolución desfavorable que mostraron otro tipo de obligaciones garantizadas con hipoteca distintas a la adquisición de vivienda.
En este sentido, el informe recoge que este último segmento de crédito, que representa en torno al 75% de la financiación, marcó hace un año un punto de inflexión en la tendencia descendente que venía registrando, para pasar a registrar tasas de variación positivas desde entonces dentro de un contexto de abultadas amortizaciones.
A junio de 2022, el saldo atribuido a las entidades de depósito por hipotecas para la adquisición de viviendas se situó en 486.890 millones de euros tras registrar en términos relativos un repunte interanual del 1,1%, una cifra positiva pero moderada debido a que el proceso de amortización se aceleró, según se desprende de las estadísticas del Banco de España.