El Gobierno italiano ha dado ‘luz verde’ a la venta de toda la participación de Atlantia en la filial de autopistas Autostrade per l’Italia (ASPI) a un consorcio formado por el propio Estado italiano y los fondos de inversión Blackstone y Macquarie por 9.100 millones de euros.
Esta decisión del Ejecutivo de Mario Draghi se produce apenas dos meses después de que la dirección de la compañía –socio de ACS en Abertis– aprobase la transacción, con el 86,86% de los accionistas a favor y un quórum del 70,39%.
Por esta empresa que gestiona casi 3.000 kilómetros de autopistas en el país transalpino también se interesó la constructora española ACS, que llegó a trasladar una expresión de interés por unos 10.000 millones de euros pero nunca llegó a presentar una oferta vinculante.
Esta desinversión de Atlantia se enmarca dentro del acuerdo alcanzado durante el verano pasado con el Gobierno del país, que pretendía que todos los activos pasasen al control del Estado como consecuencia del desplome del puente de una autopista en Génova en el verano de 2018, que causó la muerte a 43 personas.
La última oferta presentada por el consorcio que lidera el Gobierno encabezado por Mario Draghi cifra en 9.100 millones de euros el total de la filial de autopistas tras varios meses de negociación. En caso de que se cumplan ciertas condiciones, la valoración podría elevarse hasta 9.300 millones de euros.
Tras el visto bueno del Gobierno, Atlantia resume en ocho puntos el resto de condiciones que se tendrán que cumplir para el cierre satisfactorio de la operación. Entre ellos figura la participación clave del Ministerio de Transportes del país o la aprobación de las autoridades de Competencia.
Todas las condiciones para ejecutar la venta deben ser cumplidas antes del 31 de marzo de 2022 o en cualquier otra fecha acordada entre ambas partes. En cualquier caso, no se demorará más del 30 de junio de 2022 y nunca antes del próximo 30 de noviembre.