MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Globalvia alcanzó el año pasado la neutralidad de carbono en seis sociedades de sus principales líneas de negocio, incluyendo el metro de Sevilla, tranvía de Parla, la AP-53 gallega, la autovía madrileña M-45 o la M-511 y M-501, también en Madrid, y la Ruta 27 de Costa Rica, así como sus oficinas corporativas en este país y España.
La huella de carbono es un indicador que mide la cantidad de gases de efecto invernadero que una compañía emite a la atmósfera, por lo que la neutralidad se logra al equilibrar las emisiones liberadas con las emisiones retiradas, produciéndose así un balance neutro, también denominado ‘huella cero de carbono’.
En este sentido, Globalvia monitoriza de forma continua sus emisiones e implementa programas de reducción en primera instancia, habiendo reducido en 2020 un 19% sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en operaciones propias.
Adicionalmente, dentro de sus objetivos hacia la descarbonización, la compañía ha iniciado un plan de compensación de las emisiones que todavía no ha sido capaz de reducir o eliminar, permitiendo así neutralizar su huella de carbono.
Con ello, Globalvia compensó el año pasado 1.401 toneladas de CO2 invirtiendo en dos proyectos de plantas de biomasa en Arauco (Chile), próximas a sus autopistas chilenas, a través de los programas de compensación de carbono de Naciones Unidas en el marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio de Cambio Climático.
Como parte de su estrategia de sostenibilidad, Globalvia se adhirió en 2020 a la iniciativa Science Based Targets (SBTi), que busca la transición hacia una economía baja en carbono promoviendo el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero basados en la ciencia.